La inesperada eliminación de la Selección de Francia a manos de Suiza, en los octavos de final de la Eurocopa, desató acaloradas discusiones entre jugadores del combinado ‘Bleu’, pero también en las tribunas del Estadio Nacional de Bucarest, donde se jugó el partido. 

En la tribuna de los familiares franceses, se viralizaron imágenes del agarrón entre la mamá de Rabiot, una de las figuras de Francia, y la familia de Mbappé, gran estrella y quien falló el tiro decisivo en la tanda de penales que selló la salida de Francia de la Eurocopa. 

Ese inesperado resultado ventiló tensiones internas, líos personales en el vestuario y los mencionados roces entre las familias de los jugadores.

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El diario L’Equipe se hace especialmente eco hoy del presunto mal ambiente en el vestuario francés dirigido por Didier Deschamps. 

Apunta que la convocatoria de Karim Benzema no fue el detonante del mal ambiente, como algunos presagiaban, y sí lo fue, por ejemplo, el roce entre Mbappé y Giroud en el amistoso ante Bulgaria antes de la Eurocopa. 

Giroud acusó al joven delantero de no pasarle el balón. Mbappé respondió unos días después en una conferencia de prensa y reconoció que le dolieron las palabras de su compañero, al que reprochó haber ido a la prensa para expresar sus quejas, antes que hablar con él. 

Este incidente dividió de alguna manera a los jugadores, que se posicionaron de un lado o de otro. 

A pesar de que la eliminación en octavos ha sido la mayor decepción de ese combinado en una década, L’Equipe apunta a que probablemente Deschamps siga hasta que finalice su contrato al término del mundial de 2022. 

El presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Noel Le Graet, ya adelantó que tiene que sentarse a hablar con el técnico.

Este es un fragmento de la pelea entre las familias de los jugadores de Francia: