El colombiano coincidió con uno de los mejores delanteros en la historia de Francia. Mientras uno mantenía un carácter tranquilo, el otro era explosivo, aun así fueron grandes compañeros. Alguna vez un episodio en el camerino casi termina con la salida del atacante y el ‘Mono’ lo respaldó.

Éric Cantona creció en Marsella, aunque es de ascendencia italiana y catalana. Dio sus primeros pasos en el SO Caillolais, algunas veces como arquero, pero finalmente se volvió atacante.

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Debutó como profesional en el Auxerre en 1983, pasó un tiempo en el Martigues de segunda división, y volvió al Auxerre donde recibió una multa por golpear a su compañero Bruno Martini. En 1988 lo suspendieron 3 meses por una fuerte falta sobre Michel Der Zakarian del Nantes.

Olympique de Marsella lo fichó y en 1989 llegaron los problemas cuando en un amistoso pateó el balón a los aficionados y tiró la camiseta al ser sustituido.

De la selección francesa había sido suspendido al insultar en televisión al técnico Henri Michel. Tuvo un breve paso por el Girondins de Burdeos y a mediados de 1989 el Marsella lo prestó al Montpellier. Allí se encontró con el ‘Pibe’ Valderrama que llevaba un año en el club y mantenía una mala relación con el técnico Pierre Mosca. Sin embargo, llegó Aimé Jacquet al banquillo.

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En febrero de 1990 el equipo se ubicaba en el puesto 18 y nombraron a Michel Mézy como entrenador. Tras una derrota Cantona le lanzó los guayos a en la cara a Jean-Claude Lemoult en pleno vestuario.

Varios jugadores pidieron la salida del atacante y más con todos los antecedentes que tenían en su carrera. Cantona ya tenía 24 años y luchar contra su carácter parecía una guerra perdida. El equipo peleaba por no descender y aparte tenía problemas entre los jugadores.

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Cantona recibió el respaldo de Laurent Blanc y el ‘Pibe’ Valderrama que intercedieron por el habilidoso delantero. Sirvió el apoyo de ambos jugadores que tenían peso en el camerino y Cantona recibió una sanción de 10 días.

‘The King’ terminó siendo importante para salvar al Montpellier del descenso y además en el título de la Copa de Francia. Por su buen desempeño el Olympique de Marsella le dio una nueva oportunidad en la siguiente temporada.