“No entiendo por qué deberíamos detener el Giro. Debemos continuar, sin duda. Antes de la salida sabíamos que el virus nos atacaría, pero lo único que tenemos que hacer es seguir nuestro camino y mantener la cabeza alta”, afirmó el directivo.

Esta reacción obedece a al retiro de los equipos Mitchelton-Scott y del Jumbo-Visma por casos de coronavirus en sus filas, al contagio de 17 guardias de seguridad del Giro e-Bike (competencia paralela con ciclas eléctricas) y a la solicitud del conjunto Education First de dar por finalizada la competencia.

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“Respeto a los corredores y sus miedos, cuando se trata de la salud, hay que tener mucho cuidado. Pero como organización ponemos todas nuestras fuerzas en ello y los deportistas deberían comportarse de la misma manera, eso ayudaría a crear una burbuja de tranquilidad”, apuntó.

Incluso, hizo referencia directa a Thomas de Gendt, pedalista belga que aseveró ante los medios de comunicación que la dirigencia del Giro de Italia estaba “ocultando cosas” y que los ciclistas estaban empezando a sentirse en peligro.

“Llamé al gerente de su equipo y les dije que De Gendt debería tener cuidado con lo que declara porque decir que podemos haber manipulado los resultados es muy serio. La salud internacional está en juego”, detalló Mauro Vegni.

Lo que sigue en duda es el trazado de la última semana, ya que la nieve del invierno europeo está cubriendo algunos premios de montaña, por lo que ya hay sobre la mesa varias alternativas.