Si había un club acostumbrado en nadar en aguas mansas durante los últimos cinco años, ese era Deportes Tolima, que gracias a sus buenos resultados se convirtió en el proyecto más sólido del fútbol colombiano. No solo compitió contra los grandes, sino que les ganó en sus casas, además de tener la capacidad de autosostenerse, gracias a sus millonarias transacciones al balompié del extranjero.

Pero una vez más las olas azotan fuerte a la ‘tribu’, que quedó a punto de naufragar en la Liga BetPlay 2 2022. Tras nueve campañas, una tras otra confirmando su tiquete a la fiesta de los ocho mejores, la nómina comandada en la actualidad por el ibaguereño Hernán Torres depende de un llamado de auxilio -y algo más- para no caer a las profundidades del fracaso. La más costosa del último tiempo.

(Vea también: Deportes Tolima no puede ceder más puntos: lo que necesita para llegar a cuadrangulares)

Desde el primer semestre de 2017, los ‘Musicales’ no saben lo que es ver las semifinales por la TV. En ese torneo, el equipo que empezó dirigiendo el uruguayo Gregorio Pérez, con solo dos fechas al mando; y luego pasó a manos del colomboargentino Óscar Héctor Quintabani, no pudo meterse en el lote de clasificación y tras las 20 jornadas del ‘Todos contra todos’ ocupó el puesto 17 con 20 puntos.

Ni siquiera en el certamen siguiente, cuando hubo un ‘timonazo’ y el presidente Gabriel Camargo Salamanca decidió relevar a José ‘Cheché’ Hernández para apostar por el retorno de Alberto Gamero, el ‘Vinotinto y Oro’ se quedó por fuera; cuando los temores eran que se protagonizara un nuevo revés. Fue justamente el ‘Sonero’ -hoy en Millonarios– el que inició la senda victoriosa.

A partir de ese 2017-2, el combinado de la ‘Tierra Firme’ se clasificó a nueve instancias definitivas del FPC, e incluso se dio el lujo de clasificar a cuatro finales, tres de ellas consecutivas (2021-1, 2021-2 y 2022-1), a las que se les suma la de 2018-1. De esas, ganó en dos, ante rivales como Atlético Nacional y Millonarios, con lo que amplió su palmarés y llegó a la cúspide del balompié rentado.

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Solo Junior de Barranquilla comparte este registro, pues también tiene nueve presencias en línea. Y en el caso de Torres Oliveros, no conocía de una situación de esta magnitud con el elenco de sus amores desde el segundo semestre de 2011, cuando se quedó afuera de los cuadrangulares semifinales y renunció debido a la fuerte presión de la directiva y al estrepitoso final de dicho campeonato.

Lo grave del asunto, es que con este monumental fiasco -así el entrenador busque minimizarlo- el ‘Vinotinto’ está perdiendo el chance de acceder a la Copa Conmebol Libertadores del 2023 mediante la reclasificación. Lección que parecía aprendida en el ibaguereño, ya que en 2009 y 2020 también le sucedió tras dolorosas caídas en cuadrangulares o ‘Play offs’, pero que está sucediendo de nuevo.

¿Fin de ciclo? Mientras en las redes sociales el debate entre quienes respalda al estratega y los que piden su salida está que ‘arde’, la dirigencia está empeñada en que sea el actual orientador el encargado de seguir con las riendas de la institución. Aun los números sean un completo desastre para un equipo de la envergadura del Tolima y que se había transformado en protagonista de lujo del FPC.