Para la subcampeona mundial Natalia Linares, la medalla conseguida en el Mundial de Atletismo sub-20 no es de plata. Tras la prueba, en zona mixta y a su manera, la vallenata aseguró que valora como si fuera un oro lo conseguido en la pista del Pascual Guerrero de Cali.

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Orgullosa de esta medalla de oro, porque es de oro, pero bañada en plata (risas), orgullosa de ese trabajo que venimos haciendo, donde hubo algunos inconvenientes, pero aquí está el resultado”, dijo la vallenata de 19 años.

La marca de 6 metros y 59 centímetros le aseguró el segundo lugar a la cesarense que siempre buscó el primer puesto del podio, pero 7 centímetros la separaron del 6,66 de la búlgara Plamena Mitkova.

Fue un poco difícil porque al principio no encontraba la carrera. Al principio lo más importante era clasificar a la final, y en la final, siempre buscar la medalla de oro; nos acercamos a nuestra marca mínima, no lo logramos, pero quedamos con buen trabajo; me siento contenta porque repetitivamente hicimos 6,50, lo que quiere decir que para el otro año nos acercaremos mucho a los 6,80 o 7 metros que es lo que estamos buscando”, dijo Natalia.

La lluvia acompañó la prueba de principio a fin amenazando con una suspensión, no obstante, eso no fue obstáculo para que Linares marcara su mejor salto bajo el agua. “Mi mejor marca con la que obtuve el podio fue con la lluvia, cuando tiene un sueño no hay adversidad, no hay nada quien lo detenga, uno va para adelante”, asegura.

La carrera de la deportista del Cesar sigue en ascenso vertiginoso luego que obtuviera, hace apenas un mes, la dorada en los Juegos Bolivarianos 2022.

Hay que vivir el momento, no hay momentos inolvidables si no instantes únicos, he vivido este momento como el mejor de mi vida, nunca había tenido en mis manos una medalla de un mundial, me esforcé por quitar ese uno y quedarme con el dos”, dijo Linares.

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Finalmente, ante el interrogante de qué viene después del Campeonato del mundo, fiel a su estilo la vallenata apuntó: “Una salchipapa (risas), romper un poco la dieta, porque fue mucho sacrificio con la comida, que me encanta mucho”. Y bien que se la merece.