Tanto los Golden State Warriors como los Boston Celtics cuentan con armas ofensivas y defensivas que los llevarán a tener una reñida disputa en su búsqueda por hacerse con el Trofeo Larry O’brien esta temporada; por esta razón, es que los dos elencos deben centrarse en los puntos claves que pueden ser denominados como el talón de Aquiles de su rival.

En primera instancia, el dato más importante a tener en cuenta, es la dominante efectividad defensiva por parte de Marcus Smart cada vez que defiende a Stephen Curry.

En el transcurso de las últimas cinco temporadas, el ‘Chef’ de la NBA acumula un total de 30 puntos, tres asistencias, siete pérdidas y un un promedio de 37 % en tiros de campo y del 30 % en triples cada vez que es defendido por el recientemente denominado como el Mejor Defensor de la Temporada, siendo esta una serie de estadísticas que demuestran que Smart no tiene problema en detener al dos veces MVP de la liga.

Sin embargo, los Warriors también cuentan con un hombre que se caracteriza por su potencial defensivo y que se quedó con el Mejor Defensor de la Temporada en 2017; Draymond Green fue fundamental a la hora de detener a Nikola Jokic y a Luka Doncic en en los momentos claves en que Golden State se enfrentó al ‘Joker’ de los Denver Nuggets y al ‘Niño Maravilla’ de los Dallas Mavericks.

(Vea también: Curry vs. Tatum, el imperdible duelo de la gran final de NBA entre Warriors y Celtics)

Por esta razón, todo indica a que Green será el encargado de marcar a Jayson Tatum, el líder indiscutible en la ofensiva de los Boston Celtics, a lo largo de las apasionantes finales de la 75° edición de la liga norteamericana.

La defensa es tan solo un 50 %, ¿el restante?, sin dudarlo es la ofensiva y en este punto se debe dejar a un lado a los ya mencionados Curry y Tatum, pues, al tener que lidiar con la defensa de dos expertos en el tema, como lo son Smart y Green, tanto Stephen como Jayson necesitarán del respaldo de sus compañeros al momento en el que se les dificulte aportar constantemente a su equipo en la elaboración de los puntos.

Hablando acerca del equipo que comenzará militando de local en las finales, los Warriors esperan que Klay Thompson, Jordan Poole y Andrew Wiggins saquen a relucir su mejor versión anotadora noche tras noche y de esta manera la responsabilidad no recaiga completamente en el ’30’ del equipo de la bahía. A su vez, hombres como Kevon Looney y Otto Porter Jr. también serán fundamentales en este aspecto.

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La franquicia 17 veces campeona de la NBA no se queda atrás, y es que Tatum no es el único anotador de los Celtics: Jaylen Brown, el mismo Marcus Smart, Al Horford y hasta Robert Williams III, son jugadores que cuentan con armas ofensivas capaces de aparecer en los momentos más importantes de la serie ante los dirigidos por Steve Kerr, leyenda viviente que como jugador quedó campeón de la liga en cinco oportunidades (tres anillos con los Chicago Bulls y dos con los San Antonio Spurs) y en su etapa como entrenador, Kerr ha guiado en tres oportunidades a los Warriors hacia la obtención de la gloria eterna.

Y ya que se tocó el tema del recorrido que ha tenido el técnico de 56 años, se empieza a desarrollar el último factor clave en la serie que recoge a los dos mejores equipos de la temporada 2021-22: la experiencia.

Todos los jugadores de la plantilla de los Warriors acumulan un total de 123 partidos estando presentes en las finales de la NBA. Por su lado, todos los jugadores de la plantilla de los Celtics acumulan un total de cero partidos jugando unas finales de la NBA; dato demoledor para los de Massachusetts, pues, en su deseo de ganar el campeonato, deberán primero pasar por encima del big-three conformado por Curry, Thompson y Green, trío que derrotó a los Cleveland Cavaliers de LeBron James en las finales de 2015, 2017 y 2018.

No es desequilibrante al cien por ciento, pero la reciente trayectoria de la franquicia de San Francisco sí puede jugar a favor de Golden State en los momentos que más presión reúnen y de más sangre fría demandan en unas finales de la mejor liga del mundo.

Finalmente, sin ser un punto clave, es importante reconocer el proceso que han llevado a cabo las gerencias de ambos equipos, pues, gracias a la construcción que los Warriors y los Celtics han hecho durante los últimos años en el Draft de la NBA, Golden State y Boston contarán con la fortuna de protagonizar las próximas finales de la élite del baloncesto.

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