El mercado de fichajes en el fútbol mundial está fuera de control. Actualmente se pagan cifras astronómicas por jugadores que aunque tienen talento, no se han hecho un nombre ni han brillado lo suficiente para valer tanto dinero.

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Y es que, anteriormente, con 100 millones de euros se podía fichar a tres jugadores de gran calidad y consolidados. Por ejemplo, en el año 2002 el Real Madrid pagó 45 millones de euros por Ronaldo Nazario, que venía de ser goleador del Mundial y campeón.

En el 1984 Napoli le pagó 10.5 millones al Barcelona para quedarse con Diego Armando Maradona, quien en considerado por muchos como el mejor jugador de la historia.

Si nos remitimos a la actualidad, hay futbolistas que tras hacer una buena temporada y aunque no hayan ganado nada, aumentan su valor por encima de los 100 millones de euros.

Pero esto para los equipos, sobre todo los ingleses, no parece ser un problema. Una muestra de ello es el mercado de fichajes que hizo el Chelsea durante el final del 2022 y el arranque del 2023.

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El conjunto londinense contrató ocho jugadores en los cuales gastó más de 300 millones de euros, números que parecen mentiras.

A los ‘Blues’ llegaron Mudryk, Badiashile, Madueke, Andrey Santos, Datro Fofana, Joao Félix, Malo Gusto y Enzo Fernández. Todos son jóvenes que no superan los 23 años, pero que costaron 329 millones de euros.

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La cifra que invirtió Chelsea en estos fichajes es tan alta que superó el dinero gastado por todos los clubes de las otras ligas top de Europa. En toda la Liga de Francia se gastaron 168 millones, en Alemania 68, en España 32 y en Italia 31 millones de euros.