Takashi Kawamura, alcalde de la ciudad japonesa de Nagoya, fue quien cometió el irrespetuoso acto, reservado solo para los campeones olímpicos, con sus propias preseas.

Al ver lo sucedido, el Comité Olímpico Internacional anunció que le cambiaría la medalla a la deportista, sin costo alguno, según informó la agencia Kyodo.

Al político le cayeron todo tipo de críticas no solo por su descortesía, sino también por tan irresponsable acto en un momento tan delicado como la pandemia de COVID-19, agregó el mismo medio.

A la propia alcaldía de Nagoya le llovieron múltiples quejas por lo sucedido, incluso por acoso sexual, siendo insuficientes las disculpas ofrecidas por el funcionario, que también se negó a renunciar.

Lo que sí anunció Kawamura es que renunciará a tres meses de sueldo, por un total aproximado de un millón y medio de yenes, equivalentes a unos 52 millones de pesos colombianos, detalló Kyodo.

Este fue el momento de la mordida: