Muestra de la poca importancia que tiene la Copa América en Brasil, seis de cada diez brasileños están en contra del torneo, según un reciente sondeo del Instituto Ideia de ese país, publicado por la agencia de noticias EFE en una extensa crónica para sus abonados.
Dos semanas después del pitazo inicial, el Ministerio de Salud de Brasil ya registra 198 casos de COVID-19 relacionados con el certamen entre las casi 30.000 pruebas PCR practicadas, según datos divulgados el lunes.
De ese total, 57 casos positivos se han dado entre jugadores y miembros de las diez selecciones participantes, 137 corresponden a proveedores de servicios para el evento y 4 a personal de la Conmebol, que incluye a árbitros, médicos y equipo logístico.
En definitiva, los 57 casos positivos dentro de las 10 selecciones ya superan a los 46 goles anotados en 20 partidos que se jugaron en la fase de grupos.
La Conmebol, organizadora del torneo, sostiene que los datos de contagios “revelan la alta eficacia de los protocolos sanitarios” y se agarra a que la tasa de positivos ha bajado desde el 1,7 % al inicio de la competición hasta el 0,7 % reportado recientemente.
Desde la inauguración del torneo, llevado de afán a Brasil con la bendición del presidente Jair Bolsonaro, se han multiplicado las críticas, especialmente desde el sector sanitario.
“Ha sido un error. No es una prioridad para el país en medio de una pandemia“, sentenció a EFE el presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass) de Brasil, Carlos Lula.
“Los números están mostrando que fue una decisión equivocadísima y puede tener consecuencias”, indicó a EFE Dimas Covas, director del Instituto Butantan, centro de investigación médica de referencia en Brasil.
También ha habido quejas de seleccionadores y jugadores, que en los días previos sopesaron un boicot que nunca se materializó.
Dos ejemplos. El técnico de la ‘Canarinha’, Tite, llegó a calificar la organización de “desastrosa”, mientras que el delantero de Bolivia Marcelo Martins Moreno también arremetió sin tapujos contra la Conmebol.
“¿Si se muere una persona, ¿qué van a hacer? Lo que les importa solamente es el DINERO. ¿La vida del jugador no vale nada?”, escribió en redes sociales el goleador de la ‘Verde’, quien estuvo aislado con COVID-19.
La Conmebol no ha comulgado con este tipo de declaraciones. A Martins le impuso una multa de 20.000 dólares y un partido de sanción. A Tite, otra de 5.000 dólares.
“Si voy a hablar de que el campo está mal, voy a ser multado. Si voy a hablar de que (la organización) fue un desastre, voy a ser multado. No voy a hablar”, dijo el seleccionador el sábado pasado.
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