Hoy, las empresas tienen muy claro que la clave para mantenerse vigentes es la capacitación continua, pues encuentran en ella un camino de integración que favorece la innovación y el crecimiento.
“En una realidad donde la tecnología avanza tanto y tan rápidamente, cinco años de formación universitaria hacen que los contenidos se queden obsoletos antes de poder ponerlos en práctica“, asegura Tomás Escobar, fundador de Cuevana y CEO de Acámica, quien a pesar de ser autodidacta y de haber creado una plataforma que usaban millones de usuarios en todo el mundo, sufrió la desactualización de la universidad en primera persona.
Esa misma frustración llevó a Escobar a emprender y buscar la transformación de la educación. Fue así como nació Acámica, la academia de tecnología líder que acaba de desembarcar en Colombia con sus programas innovadores, que se destaca de las demás justamente porque, detrás de sus contenidos, hay gigantes de la industria como Globant, IBM, Aerolab y Mercado Libre, entre otras.
“Trabajamos unidos a la industria; no solamente a las compañías del ámbito tecnológico. Creo que hoy no podemos pensar en una industria tecnológica separada del resto”, dice Escobar y agrega que “ante la creciente demanda de talento en el sector TIC, la mirada de las empresas nos ayuda a tener los programas más avanzados, y a su vez nos permite saber lo que pide la industria para trabajar con la mira puesta en la empleabilidad“.
La ventaja de Acámica es que, además de certificar sus contenidos con la industria, también enseña metodologías de trabajo y otras habilidades que serán necesarias a la hora de conseguir un trabajo. Los espacios en donde se dictan las clases suelen ser las propias oficinas de estas empresas que luego contratan a los egresados.
De esta manera, se completa el círculo. Las personas sin título universitario pueden acceder a estas carreras y en menos de siete meses estar trabajando en el sector que más crece.
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