Portal de economía y negocios especializado en información del dólar, bolsas de valores, inversiones, otros mercados de capitales, indicadores económicos, criptomonedas, empresas y economía de bolsillo, entre otros temas del día a día.
El sector automotor colombiano vivió en julio de 2025 un momento histórico, al registrar 23.872 unidades matriculadas, lo que representa un crecimiento del 44,7 % respecto al mismo mes en 2024. Este dato, proporcionado por la Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO) y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), sitúa a julio como el mes con el mejor desempeño en ventas del año, consolidando una tendencia positiva que también se refleja en el acumulado anual: de enero a julio, se matricularon 128.876 vehículos, lo que supone un alza del 26,8 % frente al periodo comparado del año anterior.
El crecimiento, más allá de lo cuantitativo, revela un cambio profundo en las preferencias y dinámicas del mercado. Los vehículos híbridos y eléctricos, que hasta hace poco representaban un nicho, registraron en julio aumentos espectaculares: los híbridos sumaron 7.636 unidades, incrementando su volumen en un 120 %, mientras que los eléctricos marcaron 1.565 registros, creciendo un 101 %. Cuando se revisa el dato anual, se observa que entre enero y julio se han matriculado 33.177 híbridos y 8.859 eléctricos, reflejando crecimientos del 61 % y 179 %, respectivamente. Este fenómeno evidencia una acelerada transición hacia tecnologías más limpias, en sintonía con las tendencias globales de sostenibilidad ambiental.
Este auge de la movilidad sostenible en Colombia es explicado, en parte, por la existencia de incentivos fiscales y normativos. Según la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (ANDEMOS), las exenciones de impuestos y tarifas reducidas para híbridos y eléctricos han incidido positivamente en su demanda, convirtiendo al país en un terreno fértil para la adopción de estas tecnologías. Este contexto de incentivos se ve reforzado por el reporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que señala que Latinoamérica atraviesa una fase de acelerada innovación en energías limpias para el transporte, un entorno en el cual la industria automotriz colombiana ha encontrado terreno para expandirse hacia modelos más eficientes y ecológicos.
Dentro de los distintos tipos de vehículos, las camionetas sobresalieron como el segmento con mayor crecimiento (84,6 %), seguidas por las SUV (vehículos utilitarios deportivos, 55 %) y los vehículos comerciales de pasajeros (54 %). El auge de estos modelos responde, de acuerdo con expertos citados por El Espectador, a la búsqueda de vehículos espaciosos y versátiles, apropiados tanto para la vida urbana como para actividades fuera de la ciudad. Además, la pandemia alteró hábitos de movilidad, influyendo en una renovada preferencia por este tipo de automóviles que ofrecen mayores comodidades y capacidades. No obstante, el mismo panel de expertos advierte que la expansión de estos segmentos debe ir acompañada de estrategias para evitar impactos negativos, como un mayor consumo energético y deterioro de la calidad del aire, si no se promueve, en paralelo, la adopción de tecnologías limpias.
En términos de marcas, el mercado ha mostrado una concentración significativa: Kia lideró en julio con una participación del 14,3 %, seguida de Renault (12,5 %), Toyota (11,6 %), Mazda (8,5 %) y Chevrolet (8,2 %), acaparando conjuntamente más de la mitad de las ventas. El Toyota Corolla Cross, Kia K3, Mazda CX-30, Kia Sportage y Renault Duster dominaron las preferencias, sumando un 20 % del total de vehículos nuevos comercializados en el mes, con el Corolla Cross manteniéndose a la cabeza anual.
El crecimiento por regiones introduce otro matiz relevante: Manizales, Mosquera, Ibagué, Villavicencio y Madrid experimentaron alzas superiores al 90 %, aunque Bogotá mantiene el liderazgo absoluto en registros, seguida por Medellín, Cali y Funza. El mercado de carga también mostró señales alentadoras: las matriculaciones aumentaron en un 21,6 % en los primeros siete meses, sumando 6.027 unidades después de dos años consecutivos en retroceso.
Diversos factores explican este fenómeno de expansión. Por un lado, la reducción de las tasas de interés ha facilitado el acceso al crédito, mejorando así la capacidad de compra de los consumidores. Por otro, la mayor disponibilidad de modelos híbridos y eléctricos responde a la demanda por movilidad sostenible, posición que Colombia comparte con otros mercados latinoamericanos como México y Chile, donde las políticas públicas también han dado un impulso decisivo a la electrificación del parque automotor, según la Cámara de Comercio de Bogotá.
El desempeño sin precedentes del sector automotor en Colombia durante julio de 2025 ilustra el cruce de condiciones económicas favorables con la consolidación de nuevas tendencias industriales y sociales. El reto para los próximos años estará en gestionar este crecimiento mediante políticas y desarrollos tecnológicos que permitan una integración plena y responsable de las energías limpias, asegurando que el avance económico se traduzca en beneficios ambientales y en una movilidad más sostenible para todos los colombianos.
Preguntas frecuentes relacionadas
¿Cuáles son los principales incentivos fiscales y normativos que existen en Colombia para la compra de vehículos híbridos y eléctricos?
Ante el marcado crecimiento en las ventas de automóviles con tecnologías limpias, una de las inquietudes más frecuentes es qué incentivos concretos ofrece el Estado colombiano para fomentar esta transición. La Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (ANDEMOS) ha identificado que exenciones del IVA, descuentos en los impuestos sobre vehículos, tarifas reducidas y beneficios en trámites vehiculares figuran entre los principales estímulos, facilitando no solo la compra sino también la operación de estos automóviles. Comprender cuáles son estos incentivos resulta esencial para las personas interesadas en migrar hacia la movilidad sostenible y para el diseño de futuras políticas públicas que busquen acelerarla.
En el contexto internacional, estos incentivos han demostrado ser una herramienta clave para la popularización de vehículos eléctricos e híbridos, como ocurre en México y Chile. El análisis de los mecanismos empleados en Colombia permitirá determinar hasta qué punto el país puede mantenerse a la vanguardia en la región, y qué ajustes podrían ser necesarios para profundizar en la reducción de emisiones vehiculares y el desarrollo de un ecosistema de transporte verdaderamente sostenible a largo plazo.
¿Qué retos enfrenta Colombia para consolidar la infraestructura necesaria que soporte el crecimiento del parque automotor híbrido y eléctrico?
El auge en las matrículas de vehículos híbridos y eléctricos representa un avance significativo, pero plantea desafíos considerables para su sostenibilidad a largo plazo. La adecuada infraestructura de recarga —tanto en áreas urbanas como rurales—, el mantenimiento especializado, la disponibilidad de repuestos y la gestión ambiental de baterías usadas son aspectos críticos que emergen con el crecimiento acelerado de este segmento.
La experiencia de otros países latinoamericanos muestra que la inversión en infraestructura y la regulación eficiente son determinantes para garantizar no solo la funcionalidad diaria de los vehículos de nueva generación, sino también la confianza de los consumidores en estos modelos. Para Colombia, la capacidad de responder a estos retos resultará clave para afianzar una movilidad cada vez más sostenible y competitiva en la región.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO