Las pastillas de frenos son un componente esencial en la seguridad del vehículo. Se encargan de disminuir la velocidad o detener el movimiento del carro, y funcionan al presionar los pedales. Están compuestas por un material que cuando se calienta, aumenta su fricción con las ruedas.
Es importante cambiar las pastillas de frenos cuando estén desgastadas para evitar problemas y accidentes. Hay varios indicadores que nos pueden indicar que es necesario cambiarlas: si el pedal tiene más holgura de lo normal, si produce ruidos como chirridos o gritos durante el uso, o si hay menos eficacia en el frenado. Otro indicador es si la luz del testigo del sistema de frenado se prende en el tablero.
Para realizar el cambio de las pastillas de freno, primero debemos levantar el vehículo y quitarle las ruedas. Luego localizamos los pistones dentro del tambor o disco donde vienen los discos de freno y procederemos a sacarlos con la ayuda de un destornillador plano.
A continuación retiraremos los tornillos que sujetan la pinza y extraemos ésta junto con la placa base. Una vez hecho esto podremos ver las pastillas desgastadas y procederemos a retirarlas e instalar las nuevas utilizando taladro manual o Destornillador inalámbrico baja revolución; para no dañar los pernos roscados.
Al terminar colocamos todo en orden inverso al desmontaje y chequeamos que todos los pernos y tornillos queden bien apretados.
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Algunas recomendaciones para cuidar el motor y las pastillas de frenos de su carro:
- Revisar regularmente el nivel del líquido de frenos
- No usar nunca el freno hasta la raíz del pedal
- Cambiarlo cada 50.000 km o según lo indicado en el manual del vehículo, si notamos algún fallo en el funcionamiento acudir inmediatamente a un taller mecánico especializado.
*Este artículo fue redactado por Robby Carros, una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano.
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