Sin embargo, estos resultados intermedios corresponden a una fase de desarrollo menos avanzada (llamada fase 2) que los anunciados en estos últimos días por los fabricantes BioNTech/Pfizer y Moderna.

Estos últimos aseguraron que su vacuna contra el COVID-19 es eficaz en 95% y 94,5%, respectivamente, basándose en resultados de la tercera y última fase de sus ensayos clínicos.

Las conclusiones de la fase 2 del proyecto de AstraZeneca y Oxford fueron publicados el jueves por la revista médica The Lancet.

Según la revista científica, la fase 2 permite concluir que el antídoto provoca “pocos efectos secundarios” (como dolor por la inyección, fatiga, dolor de cabeza, fiebre o dolor muscular) e “induce una respuesta inmune en ambas partes del sistema en todos los grupos de edad tanto con una dosis baja como estándar”.

La vacuna provoca entre las personas de 56 años en adelante una respuesta inmunitaria idéntica a la que suscita entre los más jóvenes (18-55 años).

De acuerdo con el estudio, la vacuna británica genera una respuesta de las células T (capaces de encontrar y atacar células infectadas por el virus) a los 14 días de la primera dosis, y una respuesta de anticuerpos a los 28 días de la dosis de refuerzo (que atacarían al virus cuando circulase por la sangre o sistema linfático).

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Como recuerda The Lancet, “los más mayores tienen un riesgo más elevado de desarrollar una forma grave de COVID-19 y es por tanto esencial que una vacuna destinada a luchar contra esta enfermedad sea eficaz para este grupo de población”.

“La respuesta inmunitaria que provocan las vacunas es habitualmente menos fuerte entre los más mayores puesto que el sistema inmunitario se debilita gradualmente con el tiempo”, explica el doctor Andrew Pollard, uno de los responsables del ensayo de la Universidad de Oxford. 

Los investigadores admiten no obstante que su estudio tiene sus límites puesto que la edad media del grupo de participantes más mayores fue de 73-74 años y pocos tenían problemas de salud.

“Por tanto podrían no ser representativos del conjunto de la población más anciana, como los que viven en residencias o tienen más de 80 años”, según The Lancet.

Los resultados deberán ser “confirmados en el seno de una muestra más amplia de voluntarios, incluyendo personas mayores con problemas de salud”. Este es el objetivo del ensayo de fase 3, ya en curso, con miles de personas.

La fase 2 implicó a 560 participantes (160 de 18-55 años, 160 de 56-59 años y 240 de más de 70)

Por su parte, la alianza Pfizer/BioNTech aseguró el miércoles que su propia vacuna contra el coronavirus es eficaz entre los mayores de 65 años, según resultados de la fase tres, cosa que todavía debe ser confirmada por su publicación en una revista científica.