Interesada en todas las formas de aprovechamiento de recursos y motivada por su trabajo en el campo, Ana Sixta Conejo, una habitante de la vereda Soagá, en Ubaté, Cundinamarca, es una de las participantes del programa “Conciencia Verde”, impulsado por la Empresa de Servicios Públicos de Ubaté (Emservilla), que busca optimizar recursos y aprovechar el entorno en beneficio del medio ambiente.

“La iniciativa Conciencia Verde surge de la necesidad de aprovechar los residuos orgánicos en la zona rural, logrando que las comunidades se apropien de las alternativas de aprovechamiento para proveer un material renovable que tendrá la función de remplazar los agroquímicos por abono orgánico a partir de los residuos que se genera en cada una de las viviendas de la comunidad”, se lee en la cartilla de presentación del programa de Emservilla, el cual se adelanta en alianza con el área de Desarrollo Sustentable de la Alcaldía de Ubaté y la Universidad de Cundinamarca.

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Y es que justamente el objetivo del programa motivó a Ana Sixta a sumarse a esta iniciativa. “Hicieron un llamado en el salón comunal de la vereda y al escuchar de qué se trataba asistí, porque es un tema que a mí siempre me han interesado, entonces escuché la charla y me involucré. Como yo ya venía haciendo cosas así, me sirvió mucho para complementar la información”, mencionó.

Entre las actividades del programa se encuentra la lombricultura, que en suma se trata de la crianza y manejo de lombrices de tierra en condiciones de cautiverio con la finalidad básica de obtener con ella el lombricompost que a la postre se utiliza como fertilizante de uso agrícola y como suplemento para raciones de animales.

La técnica consiste en utilizar todo residuo orgánico generado en el hogar y sus alrededores el cual se debe compostar y con la ayuda de la lombriz lo transforma mediante su aparato digestivo en una fuente fertilizadora. “Gracias a la lombricultura, se aprovechan los residuos orgánicos generados en el hogar, porque es precisamente la materia orgánica la que funciona como alimento para las lombrices”, resalta la cartilla.

El proyecto se divide en tres etapas: socialización, operación y seguimiento, en las que se socializa con la comunidad participante; se realiza cartografía social, sensibilización e identificación del territorio a impactar y tras la creación de unidades de aprovechamiento de pilotos en compostaje y lombricultivo, se realiza el respectivo seguimiento. “Entregaremos guías técnicas para para implementar el programa a largo plazo y realizamos seguimiento y acompañamiento a las unidades de aprovechamiento implementadas, generando comentarios de mejora”, explican profesionales de Emservilla.

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Para Ana Sixta, hacer parte del programa Conciencia Verde le permitió mejorar la forma como realizaba el compost. “Nosotros tenemos conejos y utilizamos el estiércol de ellos para hacer compostaje. Emservilla nos ayudó a mejorar la técnica, porque como lo estábamos haciendo recibía mucha humedad, y duraba mucho para compostar”, relató.

Agregó que el humus de lombriz lo utiliza para abonar sus cultivos de mazorca, el pasto, así como la huerta casera en la que siembra hortalizas, brócoli, coliflor, lechuga, ajos, zanahoria y cilantro. De la misma forma, con parte de la mazorca que siembra hace silo que le suministra al ganado que le produce la leche. “Aquí aprovechamos todo”, culmina Ana Sixta.

De acuerdo con Emservilla, este programa ha generado impacto ambiental en nueve veredas de Ubaté y más de 200 personas se han sumado en las fases de socialización, operación y seguimiento.