Aunque a grandes rasgos la mujer no debe cambiar su alimentación drásticamente cuando queda embarazada, sí que hay una lista de alimentos que están radicalmente prohibidos durante la gestación. Sin embargo, con otros no hay consenso y no se está 100% seguros de que se pueda o no, como el caso del café.

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Varios estudios demuestran que beber café en pequeñas cantidades en el embarazo no tendría por qué afectar a la futura mamá ni al bebé. Sin embargo, una nueva investigación revelaría lo contrario.

De acuerdo con un reciente estudio, publicado en la revista JAMA Network Open, beber café en el embarazo, aunque sea en pequeñas cantidades, podría afectar a la talla del niño, que sería más pequeña.

¿Beber café durante el embarazo hará que tu bebé sea más bajo?

Getty Images
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Este estudio se realizó con más de 1.100 parejas de madres e hijos, evaluando las diferencias en el proceso de desarrollo en los niños cuando sus madres tomaron café (aunque fuera en pequeñas cantidades) y aquellas que no.

En sus resultados se encontró que aún en los casos de las madres que bebieron café dentro de la cantidad recomendada, sus hijos son ligeramente más bajos que los niños de mujeres que no consumieron nada de cafeína durante la gestación.

La investigación reveló que la cafeína sí continúa afectando a largo plazo, pues en las edades comprendidas entre los 4 y los 8 años los niños seguían siendo más pequeños.

Los investigadores recopilaron muestras de plasmas de mujeres durante su primer trimestre de embarazo para determinar qué cantidad de cafeína habían consumido. En promedio, las mujeres analizadas consumieron menos de 50 mg al día de esta sustancia.

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Sin embargo, el estudio no se quedó allí, para comparar la talla al momento del nacimiento, sino que continuaron acompañando a los hijos de esas mujeres durante sus primeros 8 años de vida y así descubrir cómo había influido esa ingesta mínima de cafeína.

De acuerdo con los autores, esa diferencia de estatura empezó a hacerse más notoria a partir de los 20 meses de edad y se mantenía hasta los 7 años, edad en que la diferencia de altura era de aproximadamente 1,5 cm menos. A los 8 años la diferencia de estatura aumentaba hasta los 2,3 cm entre unos y otros.

La hipótesis de los investigadores sobre por qué afecta es que la cafeína hace que los vasos sanguíneos del útero y de la placenta se contraigan y, por lo tanto, pueden afectar el abastecimiento de sangre, retardando el crecimiento del feto.

“Nuestros hallazgos sugieren que incluso la baja ingestión de cafeína durante el embarazo puede tener efectos a largo plazo en el crecimiento de los niños”, afirman los autores y hacen énfasis en un punto importante: “Nos gustaría especificar que las diferencias de estatura que observamos son pequeñas, por lo que se necesitan más investigaciones para determinar si esto tiene alguna consecuencia sobre la salud de estos niños”.