La respuesta la da el psicólogo John Kounios, director del programa de Ciencias Cognitivas y del Cerebro de la Universidad Drexel, en Estados Unidos, citado por BBC.

Kounios, que ha dedicado varios de sus años de investigación a los procesos creativos, señala que hay 2 respuestas a la pregunta de cómo nacen las ideas en la ducha mientras la persona se está bañando.

El primer motivo es el que el psicólogo define comorestricción sensorial“. Esto quiere decir que, según explica el rotativo británico, en el momento del baño los sentidos se “apagan un poco”.

Lo que ocurre en ese momento es que los sentidos, en vez de estar enfocados hacia el exterior, están enfocados hacia el interior, la atención está dirigida hacia adentro”, explica Kounios al mismo diario.

En ese sentido, detalla BBC, la visión está limitada por la caída de agua o porque generalmente la mayoría cierra los ojos, el oído es alterado también por el agua al actuar como un ruido blanco y el tacto está un poco dormido debido a que ” el agua usualmente está a una temperatura similar a la del cuerpo, así que no se nota mucho la frontera entre el interior y el exterior”.

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La segunda razón, dada por John Kounios, es que la ducha relaja y pone en buena disposición a la persona.

El psicólogo, contactado por el diario inglés, explica que varios estudios demuestran que estar de buen humor estimula la creatividad y bañarse lo logra al ser un “momento placentero”.

Esas investigaciones han concluido que segundos antes de que surge una idea brillante o se nos venga la solución a un problema que nos aquejaba, el córtex visual, zona del cerebro que procesa los estímulos que entran por la vista, se apaga ligeramente.

Eso quiere decir que cada ‘encendida’ de bombillo que genera una “epifanía”, no estamos completamente conscientes del entorno.

Así, la ducha se convierte en un espacio de aislamiento con pocos estímulos externos o distracciones, lo cual facilita que nos concentremos en nuestros pensamientos“, concluye la BBC.