La Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ, realizó un trabajo de identificación de fauna en los distritos de conservación de Salento y Génova, en el que reportó la presencia de 269 especies de aves en el ‘Municipio Padre’ y 72 en la localidad del sur del departamento.

Dentro de estos animales alados, uno de los identificados por la autoridad ambiental fue el inca collarejo, un colibrí que además de tener los característicos colores brillantes en las plumas, destaca por una mancha blanca que decora su cuello y parte del pecho como si se tratara de un collar, de ahí su nombre común; este color también se repite en la cola, pero esa característica se aprecia mejor cuando está volando.

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Uno de los sitios donde se puede observar esta ave, con más facilidad que en muchas otras zonas naturales del departamento, es Acaime, una reserva natural ubicada en medio de la cordillera Central y en medio del bosque de niebla, a la que solo se llega, saliendo desde el valle de Cocora, caminando o en lomo de ‘bestia’, como le dicen los campesinos a los equinos.

Sobre la especie

El inca de collarejo, cuyo nombre científico es Coeligena torquata, se encuentra en los bosques andinos húmedos desde el oeste de Venezuela, a través de Colombia y Ecuador, hasta Perú y Bolivia.

Esta ave mide de 10 a 15 centímetros de largo, con un pico bastante largo —3 a 3.5 centímetros—, que, a diferencia de otros colibríes, no es curvo, sino recto y negro.

En la mayoría de las condiciones de iluminación, el Coeligena torquata, el resto de su cuerpo que no tiene manchas blancas, se aprecia de color negro. Sin embargo, con una iluminación ideal se pueden distinguir otras características como un parche violeta metálico brillante en la frente en los machos, garganta verde brillante en los machos, opaca y con algo de blanco en las hembras, y algo de verde oscuro mezclado con el negro del cuerpo. La hembra es de un verde ligeramente más claro en general que el macho y tiene el parche en el pecho un poco más pequeño.

Alimentación

Igual que otros colibríes, el inca de collar obtiene la mayor parte de su energía del néctar que bebe mientras a su vez poliniza la flor, pero también se alimenta de insectos y otros pequeños artrópodos parecidos a insectos como fuente de proteína. Parece preferir las epífitas. Es un trazador de líneas solitario, lo que significa que busca alimento solo volando una ruta de rutina entre varias flores.

Los huevos de esta especie son blancos y miden aproximadamente 1.5 x 1 cm. Cuando nacen los polluelos, la madre los visita 1 o 2 veces cada hora para alimentarlos, esto por un período de 9 a 55 segundos.

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Datos del trabajo de la CRQ

De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional del Quindío, las aves registradas en Salento están distribuidas en 46 familias; en esta localidad también se reportaron 27 especies de mamíferos de 18 familias. En el distrito de conservación de Génova fueron detectadas aves pertenecientes a 28 familias y 17 especies de mamíferos.

Esta identificación se ha hecho a partir de rastros, heces, huellas, marcas y también por medio de cámaras trampa.

Entre la fauna silvestre que se han detectado en Salento se encuentra el tapir, puma, venado, entre otros.

“Para este trabajo hemos contado con el apoyo de los propietarios de predios que nos han facilitado el acompañamiento y nos han dado la autorización de hacer los muestreos. Sabemos que no son las únicas especies que existen en el territorio, el objetivo es a partir del monitoreo ampliar la información y a final del año entregar resultados que nos puedan dar indicaciones de cuántas especies se han podido registrar hasta el momento”, señaló Andrea de la Cadena, bióloga de la subdirección de Gestión Ambiental de la CRQ.

Dijo que para el tercer trimestre de 2021 se espera avanzar con el muestreo preliminar de fauna y flora en el Distrito Regional de Manejo Integrado, DRMI, de Pijao y para el próximo año el Distrito de Conservación de Suelos Barbas Bremen de Filandia.

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