La clave del cuidado de los intestinos y en general del cuerpo, está en la nutrición, pues gracias a lo que comemos activamos en el cuerpo “enzimas prodigiosas” que hacen que el cuerpo reaccione mejor y disfrute de una larga vida.

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Abril es el mes de la concientización del síndrome del intestino irritable (SII), una enfermedad de difícil diagnóstico debido a sus cambiantes síntomas y a la vergüenza que estos le generan al paciente, lo que dificulta que pueda comunicarlos de manera efectiva con su médico tratante.

¿Qué es el SSI?

Es un trastorno gastrointestinal crónico que afecta la salud se manifiesta con dolor abdominal recurrente, acompañado de estreñimiento y se asocia a otros malestares como hinchazón abdominal. Se estima que entre el 10 % y el 15 % de la población padece SII.

Esta enfermedad puede afectar emocionalmente al paciente porque sus síntomas tienen un estigma negativo en la sociedad y su diagnóstico puede tardar años en llegar, ya que no existe una prueba de laboratorio que la confirme y su sintomatología puede desaparecer y aparecer en distintos momentos y con diferentes detonadores.

“No hay un consenso sobre las causas que producen este síndrome, sin embargo, lo que sí está claro es que hay una comunicación directa entre el intestino y el cerebro, una conexión conocida como el eje intestino-cerebro”, explicó la Dra. Maria Claudia Cruz, Medical Manager para Buscapina de Sanofi.

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“Las hormonas del estrés producidas por el cerebro circulan por el cuerpo y hacen que el intestino reaccione con una intensa contracción muscular. Así que sabemos que existe un componente emocional ligado al síndrome de intestino irritable, entre otras enfermedades”, comentó la Dra. Cruz.

Autocuidado, fundamental para el tratamiento del síndrome de intestino irritable

La suma de diversas prácticas de autocuidado puede ayudar a aliviar los síntomas del SII y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo:

● Identificar aquellos alimentos que empeoran los síntomas y sustituirlos por una opción más “amable” con el intestino del paciente.

Hacer ejercicio con regularidad.

● Controlar los niveles de estrés.

● Consultar con un profesional médico sobre los medicamentos de venta libre disponibles en el mercado más adecuados para cada paciente y que podrían mejorar los síntomas en momentos de crisis.

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La posibilidad de acceder a información actualizada y certificada sobre el SII beneficia a los pacientes porque les permite implementar mejores técnicas de autocuidado y sentirse más cómodos a la hora de expresar sus síntomas.