Cada vez son más los niños de Latinoamérica que no tienen completos sus esquemas esenciales de vacunación, que los pueden proteger contra un gran grupo de enfermedades prevenibles.

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Así lo dejan ver datos oficiales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la UNICEF, revelados en el marco de la semana de la vacunación de las Américas y según los cuales en solo cinco años la pauta completa de vacunación de difteria, el tétano y la tosferina (DTP3) en América Latina y el Caribe ha descendido del 90 por ciento que había en el 2015 al 76 por ciento en el 2020.

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Esto significa que uno de cada cuatro niños en la región no ha recibido el esquema completo de vacunación de rutina que le protegería de múltiples enfermedades.

De hecho, la Unicef explica que la caída de la cobertura en 14 puntos porcentuales de vacunación en infantes afecta a casi 2,5 millones de niños que no han recibido el esquema de vacunación completa de DTP, y de ellos, 1,5 millones no han recibido ni siquiera la primera dosis de esa vacuna.

Cabe resaltar que, según datos revelados por el Ministerio de Salud, la cobertura en Colombia para la vacuna BGC (tuberculosis) se ubicó en el 87 por ciento; para Penta 3 (vacunas de difteria, tos convulsa, tétanos, influenza tipo b y hepatitis B) fue del 86,5 por ciento; para la triple viral (sarampión, rubéola/síndrome de rubéola congénita y paperas) estuvo en 86,4 por ciento y en el refuerzo de triple viral el porcentaje fue de 85,6.

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Estas cifras marcan un claro descenso frente a las del 2019, cuando las coberturas fueron de 89,9 por ciento, 93,5 por ciento, 94,5 por ciento y 89,3 por ciento, respectivamente.

La disminución de estas coberturas de vacunación -explica la Unicef- ya había iniciado antes del covid-19, pero la suspensión o programación irregular de muchos de los servicios básicos de salud durante de la pandemia, más el miedo de las personas a contagiarse, ha dejado a muchos niños sin las vacunas esenciales contra múltiples enfermedades.

“El descenso de las tasas de vacunación en la región es alarmante y deja a millones de niños, niñas y adolescentes expuestos a enfermedades graves, o incluso la muerte, cuando podría evitarse”, dijo Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe.

La experto resaltó que “la solución a este panorama es sencilla, y está comprobado que funciona: fortalecer los programas de vacunación”.

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¿Cuáles son las implicaciones?

Si más niños tienen menos acceso a las vacunas, más oportunidades van a existir de que aparezcan enfermedades como el sarampión, por ejemplo, y que estas a su vez se extiendan con gran capacidad de propagación hasta crear un brote epidemiológico, alerta la Unicef

Acá cabe resaltar que el sarampión es una enfermedad causada por un virus altamente contagioso que en el 2013 reportó casi 500 casos y en el 2019 batió récords dejando a más de 23 mil personas infectadas. Por otro lado, mientras que en el 2013 se registraron sólo cinco personas con difteria en toda la región, en 2018 se registraron casi 900 casos, según datos de la OPS.

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¿Qué queda por hacer?

Unicef hizo un llamado a los gobiernos de América Latina y el Caribe para restablecer y fortalecer de manera urgente los programas de inmunización de rutina.

Además de desarrollar campañas de estimulación de confianza en las vacunas y ejecutar planes para llegar a todos los niños, niñas y adolescentes y sus familias; especialmente a los más vulnerables que no tienen acceso a servicios de salud, por su ubicación geográfica, estatus migratorio o identidad étnica.

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