La cifra de 4 millones de muertos por la COVID-19 se alcanzó oficialmente este miércoles, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con Estados Unidos (600.000), Brasil (525.000), India (433.000), México (233.000) y Perú (193.000) como los países más golpeados.

Por lo mismo Guterres emitió un comunicado en el que señaló que “las vacunas son un rayo de esperanza, pero la mayoría del mundo sigue en la oscuridad. El virus avanza más rápidamente que las inoculaciones”.

“Sin duda, todavía queda mucho por hacer para erradicar esta pandemia; más de la mitad de sus víctimas han muerto este año”, recalcó.

En ese sentido, el jefe de Naciones Unidas recordó que “muchos millones más corren peligro si dejamos que el virus se propague de manera incontrolada”, pues “cuanto más se extienda, más variantes veremos”.

Variantes que serán más contagiosas, más mortíferas y con mayor probabilidad de escapar a la eficacia de las vacunas de las que disponemos actualmente”, insistió.

Según Guterres, lo que se necesita ahora es acabar con las diferencias en la distribución de las vacunas y, para ello, se requiere “el mayor esfuerzo de salud pública mundial de la historia”.

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Ese “plan mundial de vacunación” que viene reclamando repetidamente la ONU pasa entre otras cosas por, como mínimo, duplicar la producción y garantizar una distribución equitativa a través de Covax, la plataforma impulsada por OMS.

“Para que este plan se materialice, pido que se cree un equipo de tareas de emergencia con la participación de todos los países que tienen capacidad para producir vacunas, así como de la Organización Mundial de la Salud, la Alianza Gavi, las instituciones financieras internacionales que pueden hacer frente a las farmacéuticas y los fabricantes, y otras partes interesadas importantes”, señaló Guterres.

Según la ONU, “la equidad en el acceso a las vacunas es la mayor prueba moral inmediata de nuestros tiempos” y, a la vez, una “necesidad práctica”, pues “hasta que no estemos todos vacunados, todos estaremos en peligro”.

“Para la recuperación mundial, la vacunación también debe ser mundial. La trágica pérdida de cuatro millones de personas como consecuencia de esta pandemia debe movernos a actuar de modo urgente para ponerle fin en beneficio de todos, en todos los rincones del mundo”, insistió.