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Escrito por:  Ricardo Baracaldo
Redactor     Nov 18, 2024 - 7:18 pm

Muchas personas en el mundo recurren a darles huesos de pollo a sus perros a modo de premio o, incluso, dentro de sus comidas cotidianas. Sin embargo, es importante mencionar que el consumo de estos puede representar un riesgo para los animales.

(Vea también: Los perros más inteligentes no son necesariamente los más grandes, dicen científicos)

De hecho, la mayoría de veterinarios recomiendan darle la menor cantidad de huesos posible, siempre y cuando sean pequeños y que no se vayan a astillar: las patas de pollo y algunas partes de las alas del pollo son algunos ejemplos.

Sin embargo, en los últimos días un carnicero español que es viral en redes por sus recomendaciones, llamado Rubén, mostró cuál es el hueso “más peligroso” que se le puede dar a un perro, pese a que parece ser inofensivo.

Según explicó, este se ubica en la pechuga del pollo y es el conocido como el ‘hueso de San Andrés’ (en Colombia algunos lo llaman el ‘hueso apostador’).

“Ahí está, el huesito mataperros. En muchos sitios los llaman de otra forma, pero esto es astilla pura. Es una aguja, literal. Impresionante… Eso se le clava en la garganta al perro y se acabó”, señaló en el video con el que lo explicó.

@elcarnicerotiktoker Es un clasico pero seguro que mucha gente no lo sabe #aprendeconjerry #mataperros #hueso ♬ sonido original – el carnicero tiktoker

¿Por qué dicen que es malo darles huesos a los perros?

Astillamiento: los huesos cocidos se vuelven extremadamente frágiles y tienden a astillarse con facilidad. Estos fragmentos pueden causar lesiones graves en el tracto digestivo del perro, desde cortes en la boca hasta perforaciones en el estómago o intestinos.

Obstrucciones: incluso los huesos crudos pueden causar obstrucciones intestinales si son demasiado pequeños o si el perro los ingiere en grandes cantidades.

Riesgo de asfixia: los huesos pequeños pueden quedar atascados en la garganta del perro, causando dificultad para respirar o incluso la muerte por asfixia.

¿Qué otros huesos deben evitar los perros?

  • Huesos de pescado: tienen espinas muy finas que pueden causar lesiones internas graves.
  • Huesos de cerdo: son densos y duros, lo que los hace difíciles de digerir y pueden causar estreñimiento.
  • Huesos de cualquier tamaño que puedan ser ingeridos enteros: incluso los huesos grandes pueden representar un riesgo si el perro logra romperlos en pedazos más pequeños.
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