Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha desarrollado una alternativa económica a las encapsulaciones a base de microplásticos, utilizando seda.

Pero, ¿Cuál es el problema con los microplásticos?, ¿qué son?

Los microplásticos son pequeñas piezas de plástico de menos de 5 milímetros de diámetro, que actualmente se están detectando en algunos de los lugares más remotos de la Tierra e incluso en el torrente sanguíneo humano.

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A veces, los microplásticos se agregan intencionalmente a los productos, como exfoliantes de belleza o pasta de dientes. Este material representa una amenaza de toxicidad tanto para seres humanos como para la fauna marina.

Por esta razón, Investigadores, incluido el Dr. Muchun Liu, con postdoctorado en el MIT, y Benedetto Marelli, profesor de ingeniería civil y ambiental (también en el MIT), creen que su sistema basado en la seda puede ser utilizado como sustituto de los microplásticos.

Cómo la seda puede sustituir a los microplásticos

  • La seda es segura para su uso en alimentos o en productos medicinales debido a que esta puede degradarse naturalmente dentro del cuerpo.
  • En este estudio, los investigadores se centraron en la seda obtenida de capullos de calidad no textil. Por lo que, no se trata de la seda utilizada comúnmente en prendas de ropa.
  • Los estudios realizados hasta la fecha sobre el potencial de la seda como material de revestimiento se han mostrado prometedores, pero han sido a pequeña escala.

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“Existe una gran necesidad de lograr la encapsulación de activos de alto contenido para abrir la puerta al uso comercial”, dice Marelli.

  • Para que la seda pueda competir con los actuales materiales de revestimiento, los investigadores han ajustado la disposición de las cadenas poliméricas de la seda y han agregado un tensioactivo. Por lo tanto, una vez que el recubrimiento se endurece, se pueden ajustar sus propiedades.
  • La seda de baja calidad que se ha desechado se puede utilizar para el nuevo método, lo que reduce el desperdicio y brinda oportunidades de ampliación en caso de que el método se adopte ampliamente.

“Este estudio describe un reemplazo a base de seda sostenible y biodegradable para los encapsulantes microplásticos, que son un desafío ambiental apremiante”, dice Alon Gorodetsky, profesor asociado de ingeniería química y biomolecular en la Universidad de California.