Según el portal médico Onmeda, lo que comúnmente se llama ‘piercing’ vaginal no es más que una perforación en el prepucio (la estructura del clítoris es similar a la del pene) de este y se hace de forma vertical.

Los especialistas del sitio recomiendan no hacerlo directamente en el clítoris pues aunque podría aumentar significativamente la sensibilidad en la mujer, los peligros de que se alteren las terminales nerviosas son mayores.

Mujer viendo su vagina

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En el caso del dolor, como en cualquier parte del cuerpo, depende del rango de tolerancia que tenga la persona, qué tan relajada esté en el momento, la seguridad que le dé el especialista y sobre todo que no le tenga pánico a las agujas.

Como en cualquier procedimiento que ponga en riesgo la integridad de la persona, es importante consultar a un especialista con experiencia, y más por la zona que se va a manipular.

Pareja en la cama

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Según Onmeda, la cicatrización es muy rápida y el riesgo de infecciones es el mismo que con cualquier perforación. Después de que se realice el ‘piercing’ la mujer deberá lavar su clítoris con solución salina y orinar después.

Además, si ella piensa hacer esto para aumentar el placer durante el acto sexual o la masturbación, el portal recomienda realizar el ‘piercing’ vertical, no horizontal.