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Escrito por:  Diego Rey
Periodista     Mar 16, 2025 - 8:32 am

En el ámbito de la joyería, el oro mantiene su estatus como el material favorito y exclusivo de muchos, aunque no todo lo que reluce corresponde al oro en su estado puro.

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Existen variantes como el ya popular oro laminado que, pese a que aparenta ser lo mismo, tiene diferencias sustanciales que determinan su valor y durabilidad. Lo anterior también se ajusta al bolsillo de los compradores, quienes en algunos casos optan por dichas referencias con el fin de ahorrarse unos pesos.

Cuál es el oro puro en joyas

El oro puro, denominado también oro de 24 quilates, se refiere al metal en su forma más auténtica, pues está completamente compuesto por oro, sin fusiones ni añadiduras. Se caracteriza por su intenso brillo, mayor peso y, desde luego, un elevado costo.

Sin embargo, su pureza lo convierte en un material que se puede trabajar mucho más, razón por la cual suele combinarse con metales como cobre o plata para fabricar piezas de mayor resistencia, conocidas como oro de 18 o 14 quilates, las cuales siguen clasificándose como “oro normal” en el comercio.

Qué es el oro laminado

En contraste, el oro laminado ofrece una propuesta distinta y que recientemente ha tomado mucha más fuerza. No se trata de oro sólido, sino de una fina capa de este metal, aplicada mediante técnicas de presión o calor sobre una base de materiales como latón o acero.

El resultado es una pieza con apariencia dorada y atractiva, pero que al final no es del todo pura. Entre sus beneficios destaca su accesibilidad económica; no obstante, con el paso del tiempo, esa capa superficial puede deteriorarse, exponiendo el metal que está por debajo, aunque claro, todo está en el cuidado.

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