Los científicos escanearon el tejido de esa parte del cuerpo de pacientes de 65 y 71 años que reportaron una inusual dificultad para lograr erecciones, informa el diario británico Daily Mail.

Este efecto secundario, que haría parte del ‘covid largo’ o las consecuencias a largo plazo que presentan algunos recuperados de COVID-19, contrasta con varios casos de priapismo (erección prolongada y sin control) que presentaron también adultos mayores; incluso, un anciano murió 3 horas después de mantener una erección en marzo pasado.

Aunque fueron solo dos casos de disfunción eréctil, científicos de la Universidad de Miami dicen que son los primeros asociados al COVID-19, pues el virus estaba en sus órganos seis meses después de haberse recuperado de coronavirus.

De los dos pacientes, uno estuvo grave cuando se contagió de coronavirus, mientras que el otro tuvo síntomas leves.

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El estudio de los médicos de la Universidad de Miami sugieren que el coronavirus podría afectar los vasos sanguíneos y obstruir el flujo de sangre hacia el pene, en estos dos casos y señala que pese a que son adultos mayores, jamás habían reportado problemas de disfunción eréctil (ausencia de erección).

Como parte de la investigación, los médicos compararon las muestras de tejido de los pacientes que se infectaron de coronavirus con tejido de pacientes con disfunción eréctil que nunca tuvieron COVID-19 y hallaron que en los que tuvieron el virus había una menor presencia de la enzima que dispara una erección.

Estos estudios son los primeros en demostrar que se puede presentar este efecto secundario de largo plazo, pero también preocupa a los médicos italianos que durante la enfermedad por COVID-19, dos de cada tres pacientes varones podrían sufrir algún tipo de disfunción eréctil, luego de un estudio con 100 pacientes, de los cuales 33 dijeron tener problemas en su desempeño sexual, como señala la Clínica de Cleveland en su sitio web, donde asegura que definitivamente sí es cierto que el COVID-19 puede causar disfunción eréctil.