
La lechuga es un alimento perecedero, por lo que es recomendable lavarla justo antes de su consumo para mantener su frescura y calidad.
Si la lechuga proviene de cultivos caseros o se adquiere de fuentes más naturales, es común que esté contaminada con residuos de tierra y fertilizantes que albergan microorganismos, indicó el portal recetasgratis.net.
(Vea también: Recomendación sencilla para guardar y conservar la lechuga por más tiempo)
Por otro lado, si no se tiene certeza sobre las prácticas de cultivo, riego y manejo, existe el riesgo de bacterias como la Escherichia coli (pueden causar cólicos abdominales intensos, diarrea con sangre y vómitos), por eso es fundamental desinfectar la lechuga de manera adecuada, incluso si se compra en supermercados.
¿Cómo se lava la lechuga para la ensalada?
- Preparación inicial:
Enjuague sus manos y asegúrese de que todos los utensilios y la superficie estén limpios. Llene un recipiente grande con agua fresca. - Prelavado:
Separe las hojas de la lechuga una a una. Si es lechuga de hoja suelta, como la variedad ‘hoja de roble’ o ‘mantequilla’, asegúrese de separar bien las hojas. Si es lechuga de cogollo o ‘iceberg’, separa las hojas y desprenda los núcleos más externos. - Lavado en agua fría:
Coloque las hojas en el recipiente con agua fría. Remueva suavemente las hojas con las manos para permitir que la suciedad se desprenda. Si es posible, déjalas reposar durante unos minutos para que cualquier suciedad se asiente en el fondo del recipiente. - Enjuague final:
Levante con cuidado las hojas del recipiente y escúrralas en un colador. Enjuague cada hoja bajo agua corriente para eliminar cualquier suciedad restante. - Secado:
Utilice un centrifugador de ensaladas o seca con cuidado las hojas con papel de cocina o un paño limpio.




Si bien estos pasos son eficaces para eliminar suciedad y residuos, si está especialmente preocupado por la presencia de parásitos, también puede optar por dejar las hojas en remojo con agua fría y unas gotas de vinagre o unas cucharadas de bicarbonato de sodio durante unos minutos antes de enjuagarlas.
Aunque las variedades de lechuga pueden variar en su contenido nutricional, generalmente son una buena fuente de vitaminas y minerales, aportando nutrientes esenciales para su organismo.
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