La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado una alerta sobre una severa tormenta solar estimada para incidir en la Tierra entre la tarde del 12 de noviembre y la madrugada del 13 de noviembre de 2025. Según explicó a ESA, este fenómeno, desencadenado por una intensa eyección de masa coronal (EMC) originada a partir de una erupción solar el 11 de noviembre, se dirige a nuestro planeta a una velocidad de casi 1.500 km/s.
“Esta tormenta no es un evento aislado, sino que se suma a otras dos EMCs que impactaron la Tierra el día 11, produciendo un efecto acumulativo”, sostuvo la ESA, según fuentes de El País. Debido a estos eventos, se ha creado una perturbación significativa en el campo magnético terrestre.
La tormenta solar fue desatada por una erupción de clase X5.1, catalogada como una de las más potentes del ciclo solar 25. Según la NASA, la liberación de energía resultante es equivalente a miles de bombas nucleares.
Este suceso ha desatado una tormenta geomagnética catalogada en el nivel G4, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos. Al respecto, la NOAA ha subrayado que “las condiciones geomagnéticas severas se mantendrán durante 24 a 48 horas, con efectos máximos durante la noche del 12 y la madrugada del 13 de noviembre”.
De esta manera, los efectos directos de la tormenta incluirían alteraciones significativas en las comunicaciones por radio y en los sistemas de posicionamiento global (GPS), así como daños potenciales en satélites y alteraciones en las redes eléctricas.
En respuesta, el Ministerio de Ciencia de España ha comunicado que los efectos en dicho país serán de corta duración y limitados, sin consecuencias graves para la población ni para los sistemas tecnológicos nacionales.
Por su parte, la ESA ha afirmado que está monitoreando de manera continua el fenómeno mediante sus centros de servicio especializados. Según la agencia, la actividad solar intensa probablemente persistirá durante la segunda mitad de la semana, lo que significa posibles nuevas EMCs con un mantenimiento de la actividad geomagnética en niveles severos.
Para mejorar la detección temprana y el seguimiento de este tipo de eventos, la ESA está desarrollando nuevas misiones, denominadas Vigil y Shield. Estas misiones tienen como objetivo minimizar el impacto de estos fenómenos en la tecnología y los servicios esenciales.
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