En el mensaje que mandó, mencionaba que quería celebrar el Día de San Valentín con su novio entre el 8 y el 12 de febrero. Para convencerlo de aceptar su propuesta, Elle alardeó de que tenía más de 87.000 suscriptores en YouTube y más de 76.000 seguidores en Instagram.

Luego de tachar los datos que pudieran identificar a la joven, Paul Stenson, dueño del hotel, hizo público en Facebook el mensaje de la ‘youtuber’ y le dio una inesperada respuesta donde le decía que se necesitaban “muchas pelotas” para enviar un correo como ese y en la que le hacía varias preguntas sobre el ‘negocio’ que le propuso:

“Si te dejo dormir aquí a cambio de aparecer en un video, ¿quién va a pagarle al personal que te cuida? ¿Quién va a pagarles a las camareras que limpian tu habitación? ¿A los que te sirven el desayuno? ¿A la recepcionista que te registra? ¿Quién va a pagar por la luz y el calor que usas durante tu estancia?”.

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Agregó que, igual que ella, el hotel contaba con miles de seguidores en redes sociales y que él también tenía un blog con el que jamás se atrevería a pedir algo gratis a cambio de publicidad. Al final, le extendió sus “mejores deseos” y le dio un rotundo “no” a su propuesta.

A esta ‘youtuber’, que, como ya se dijo, en ningún momento fue identificada, le pareció que el dueño del hotel fue “malvado” al responder de esa manera y estuvo tan en desacuerdo con el hombre, que se desahogó en un video de 17 minutos titulado “Fui expuesta, qué vergonzoso”.

Allí aseguró que varias personas la descubrieron y por esa razón recibió miles de comentarios ofensivos. De igual manera, manifestó que hay gente que no entiende “el mundo de las redes sociales” e intentó explicar cómo funcionaba el trabajo de un influenciador. Según ella, es algo parecido a cuando una persona trabaja en una tienda, pues a ese sujeto le dan descuentos para que compre ahí y promueva la marca.

“Afortunadamente, en la industria de los blogs, recibes una recompensa glamorosa, obtienes cosas increíbles de diferentes marcas“, dijo la joven, quien añadió que su trabajo era real porque creaba contenido para esas marcas.

Tras esa publicación, el dueño del hotel compartió un comunicado en Facebook donde advertía de la reacción negativa y el sentimiento de odio por parte de varios blogueros hacia él por “la simple razón” de pedirle a una persona que pagara por su hospedaje. Esa situación llevó a que Paul les prohibiera la entrada a todos los influenciadores que quisieran ingresar sin pagar.

Asimismo, recordó que Elle nunca fue identificada y que ella misma sacó un video diciendo que “fue expuesta con intención maliciosa” por la propuesta que hizo. “Este tipo de victimización es muy frecuente en la industria de los blogs y está en consonancia con su ‘modus operandi’ general de querer todo por nada”, añadió Paul.

En una posdata, les envió un mensaje a todos los influenciadores que buscan cosas gratis de marcas a cambio de aparecer en sus redes sociales:

“Quizás si salieran y obtuvieran empleos reales, podrían pagar bienes y servicios como todos los demás. ¡Solo piénsenlo!”.

Después de todo lo ocurrido, tanto Paul como Elle siguen recibiendo comentarios a favor y en contra.

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