En vez de escribir Kevin, el artista tatuó la palabra Kelvin. La mujer no se dio cuenta de lo que ocurrió sino hasta cuando el tatuaje estaba terminado, pues ella no vio el diseño que le hicieron y el tatuador en ningún momento le manifestó dudas sobre el nombre del menor, informó Daily Mail citando al periódico local Blekinge Läns Tidning.

Johanna, de 30 años, hizo el reclamo, pero el tatuador solo se rió y le dijo que únicamente podía hacerle el reembolso del dinero, agregó el diario inglés. Decepcionada de esa respuesta, la mujer se puso a investigar cómo podría borrar el tatuaje y encontró la opción del láser, algo que le tomaría varias sesiones y que resultaría doloroso para ella.

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Ante ese panorama, ella decidió cambiarle el nombre a su hijo, del que se desconoce la edad, y llamarlo Kelvin. Aunque en un principio, su “corazón se detuvo” por el error, al final se percató de que nunca antes había conocido a alguien con ese nombre y ahora considera que el de su hijo será único.

Daily Mail señaló que la mujer acaba de tener a su tercer hijo y que también piensa tatuarse su nombre, sin embargo, esta vez lo verificará “más de 10.000 veces” para que no le vuelva a pasar lo mismo.