La pareja había pagado 2.500 libras esterlinas (9’500.000 pesos) por un plan todo incluido. Los esposos, incluso, habían llegado a un acuerdo con el hotel donde se iban a quedar para que en el penúltimo día de su viaje hubiera una decoración especial, pues coincidía con los cumpleaños de su hijo mayor, de 9 años, y del menor, de 2, informó Daily Mail.

Ella aseguró al diario inglés que quiso dejar todo organizado con antelación para no preocuparse de nada y por eso, en la noche de este sábado, registró a su familia en el avión. Como ya era “bastante tarde”, dejó los pasaportes de los niños a un lado.

Agregó que a la mañana siguiente, ella y Russell escucharon que Bailey hacía ruidos extraños, por lo que el esposo bajó al primer piso de la casa a mirar de qué se trataba. Tras ver el desastre que había hecho el perro, el hombre regresó a su habitación y le dijo esto a su esposa: “No nos vamos de vacaciones”.

El medio indicó que si bien hay un “servicio acelerado” para expedir el duplicado de los pasaportes en 24 horas, este solo aplica para adultos. Como todos sus hijos son menores de 16 años, debían esperar 7 días para tener esas copias.

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Desesperados ante esa situación, este lunes usaron cinta adhesiva para pegar los pasaportes y los llevaron hasta el aeropuerto de Bournemouth, donde el personal les dijo que no podían aceptarlos, agregó el diario.

Según Daily Mail, al final la pareja tuvo que resignarse y pagar 1.000 libras esterlinas más (3’800.000 pesos) para aplazar el viaje por un mes.