Según cuenta el portal de la BBC, el regalo venía dentro de un pequeño tubo de vidrio y con una nota que decía:

“Para Laura Ann Murray. La mejor de las suertes” Neil Armstrong, Apollo 11.

La propietaria comenta que había refundido esta muestra hacía décadas  pero que conservaba la nota. Un día moviendo cosas de la casa de sus padres encontró de nuevo el pequeño frasco y en ese momento contrató a  un abogado para realizar una demanda preventiva contra la NASA  y así evitar que le confisquen este preciado regalo.

Hasta el momento la NASA no ha intentado quedarse con la muestra, aunque según el abogado de Murray, la Agencia cuenta con un historial de apoderarse del material lunar que poseen personas particulares.

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La BBC también explica que existen unos análisis realizados por un experto que concluyen que la muestra podría haberse originado en la superficie lunar y que es posible que polvo de la tierra se haya mezclado con la muestra.