Jorge Chaparro es un conductor de transporte público intermunicipal, pero por cuenta de los cambios en la operación para la reactivación de este servicio continúa inactivo.

“Si la empresa no puede marchar al 100 %, nosotros tampoco podemos (…)”, dice Jorge con una mirada desconsolada. Él tiene 43 años, de los cuales lleva poco más de 30 en los buses. Es un hombre corpulento, de estatura promedio, nariz grande y una alegría desbordada en su sonrisa. Por un momento, Jorge baja la cabeza y comenta:

“La verdad no creo que el transporte aguante más (…), esto tiene que parar en alguna parte, las familias que están aguantando hambre, detrás de esto, somos y son demasiadas (…)”.

De acuerdo con el Consejo Superior del Transporte, más de 100.000 automotores de pasajeros se encuentran parqueados. ¿Sabía usted que los chóferes de los vehículos que laboran en rutas intermunicipales pueden ser despachados o no del terminal, o que la gran mayoría de las empresas dedicadas a esta labor continúan manteniendo una crisis económica, aunque ya estén trabajando?

Pandemia al volante

De acuerdo con La República, para el mes de marzo el negocio del transporte terrestre, tanto de pasajeros como de carga, perdía diariamente alrededor de $5.500 millones. Esto debido a las medidas de aislamiento obligatorio que decretó el Gobierno desde ese entonces. Antes de la pandemia, y según el Consejo Superior del Transporte, aproximadamente se movilizaban 380.000 mil personas en una sola jornada, y desde las diferentes terminales de todo el país, pero con la coyuntura, solo el 5 %, 5.000 vehículos, prestaban el servicio, porque estaban exentos del decreto.

Luego de 5 meses de trabajo, el Centro de Logística y Transporte (CLYT), en cabeza de varios ministerios y del presidente Iván Duque, daba a conocer el día 31 de agosto, que alrededor de 4.000.000 millones de colombianos habían diligenciado 2.900.000 formularios con inquietudes sobre movilización. Según el Ministerio de Transporte, para el 13 de septiembre, se habían movilizado más de 830.000 pasajeros en 163.000 vehículos de servicio público.

Toda la reactivación estuvo amparada por los nuevos protocolos de bioseguridad en los terminales de transporte. Fue en las resoluciones 666 y 677 (esta última modificada por la 1537 del 2 de septiembre) del Ministerio de Salud, donde se concretaron los principales aspectos para la adaptación, capacitación y precaución del personal (conductores, tiqueteadores, trabajadores, directivos, empleadores, entre otros). Algunas de las medidas fueron: el lavado de manos, la desinfección de las zonas con mayor apogeo, el cumplimiento de la limpieza del vehículo antes de cada recorrido, el manejo de la interacción con terceros (clientes, aliados, personas externas del terminal), entre otras. Esto se realizó con el fin de mantener con bajo nivel el riesgo de contagio.

Desinfección de la parte exterior de un vehículo. Foto de: Autoboy S.A
Desinfección de la parte exterior de un vehículo. Foto de: Autoboy S.A

Operación Terminal

Además de todas las prevenciones, muchos de los terminales pueden proporcionar diferentes maneras para la adquisición de los tiquetes. A través de las plataformas web de las empresas, los viajeros obtienen más facilidades para la compra y pago, una vez que el usuario realiza el proceso, recibe un código de barras que es el mismo pasaje. Sin embargo, si este método no es factible, las líneas telefónicas de las transportadoras están habilitadas para adquirir los boletos. Finalmente, las personas también pueden obtenerlos de manera física en la taquilla, pero realmente, esta es la última opción. Cabe aclarar que antes de tener el pase de abordar, los pasajeros deben llenar una planilla con algunos datos básicos (nombre, cédula, teléfono, la dirección de origen/destino y respuestas sí o no a preguntas sobre: algún viaje reciente al exterior y contacto estrecho con personas que hayan sido diagnosticadas con covid-19), para poder actuar en caso de emergencia.

De acuerdo con el periódico Boyacá sie7e días, el terminal de la ciudad de Sogamoso destacó por sus reacondicionamientos y gestión de los protocolos de bioseguridad, pues tanto el gerente Henry Rojas como el alcalde Rigoberto Pérez fueron reconocidos por parte de la directora ejecutiva de Conalter (Corporación Nacional De Terminales De Transporte). A la par de esto, el municipio de Duitama también estuvo en adaptación de sus instalaciones; cambios en rutas de entrada para operarios, trabajadores, pasajeros, entre otros. Implementación para las personas en las instalaciones (usuarios, conductores, taxistas), tamizaje, autocuidado y demás medidas preventivas.

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Algunos casos en Boyacá

La Flota Sugamuxi es una reconocida transportadora de el municipio de Sogamoso, con operaciones ininterrumpidas desde 1950. Óscar Cuadros es el gerente general desde hace algunos años. La empresa, también, está involucrada en la situación, por lo que existen diversos protocolos desde antes de la reactivación, por ejemplo el del personal en taquilla:

“A ellos se les exige que tengan el traje antifluido, que hagan uso del tapabocas y careta. Además, se les pide que mantengan distanciamiento, que se desinfecten las manos continuamente, porque ellos son quienes reciben el dinero. Que intenten minimizar al máximo el contacto con los usuarios”, comenta Oscar con tono firme de voz.

Autoboy es otra compañía dedicada al traslado de pasajeros en Sogamoso, su fecha de fundación acontece en 1960. También, presta el servicio de transporte de encomiendas, giros, carga, y mensajería especializada. Actualmente, tiene operativas 22 rutas para el movimiento de viajeros. Fernando Rincón, gerente general, comenta: “Los recorridos fueron reactivados solo en un 40%, pero no con la misma frecuencia, si antes se despachaban vehículos cada 30 minutos, ahorita son horarios fijos. La capacidad tampoco es la misma, estamos operando con el 50 % y alrededor de 55 automotores son los que salen diariamente, esto equivale a un porcentaje menor del 50% que antes estaba activo”.

Tras 5 meses de inactividad en sus operaciones, el reinicio no asegura al 100% que las ventas regresen a la normalidad, “por la crisis económica y el temor a contagiarse al viajar, no se cumple con las expectativas, pues esos miedos provocaron que los pasajeros tomen otros medios para transportarse, como el informal (pirata). Ellos trabajan sin ningún requerimiento o requisito legal, como mínimo tener registro de temperatura, lugar de residencia y de llegada. Nuestros costos de operación son más grandes que los ingresos (…)”, expresa Fernando con un tono de preocupación. Sin importar esta situación, la empresa continúa fiel a su lema de prestar la mejor asistencia, “Autoboy comprometidos con la excelencia”.

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Desinfección de la parte exterior de un vehículo. Foto de: Autoboy S.A

En la ciudad de Duitama es muy reconocida la transportadora Concorde, con inicio en sus labores en 1993, su actual gerente general es Eduar Cipamocha, quien expresa: “Las condiciones de bioseguridad son: desinfectar y limpiar el vehículo antes de su recorrido, verificar que las sillas se encuentren debidamente señalizadas, que no lleven cortinas, tapetes y toallas, esto con el fin de evitar el contagio. También se hace el test de seguridad al conductor sobre los protocolos anteriormente mencionados y una encuesta sobre su salud individual y familiar. Al terminar su ruta o recorrido debe realizar la desinfección en su área de trabajo”.

Además de esto, al momento de ingresar, cada uno de los pasajeros se encarga de colocar su equipaje dentro del automotor. Así mismo, deben utilizar el tapabocas, se les toma la temperatura, lavado de manos y la desinfección total para abordar. “El principal factor de bioseguridad al interior de los vehículos es el distanciamiento, según la norma (resolución 1537), debe haber dos metros entre pasajero y pasajero.”, comenta Eduar con total convencimiento.

Desinfección interior del bus con luz ultravioleta. Foto de: Autoboy S.A
Desinfección interior del bus con luz ultravioleta. Foto de: Autoboy S.A

¿Cuáles son los protocolos que deben seguir los conductores? De acuerdo a los gerentes de las empresas anteriormente mencionadas, se necesita hacer una capacitación a sus choferes para manejar todas estas situaciones. Esto conlleva a que no solo se expliquen las normas a seguir, sino también los comportamientos, los métodos para actuar y las precauciones antes, durante y después del recorrido.

Cada uno de ellos debe realizar la autoevaluación de síntomas antes de iniciar su labor y la toma de su temperatura. También, cuentan con un kit obligatorio de bioseguridad. Según Eduar Cipamocha (Concorde), los implementos que conforman dicho paquete son: tapabocas, gel antibacterial y alcohol. Así mismo, el uso del traje de antifluido es obligatorio.

Además de esto, todos los vehículos cuentan con una caneca roja para los desechos (los cubrebocas de los pasajeros al finalizar la ruta). Finalmente, la empresa les realiza un constante monitoreo, pues cada 15 días se les efectúa las pruebas PCR. De acuerdo con la página web Gaceta Médica, estas pruebas diagnósticas contienen una alta especificidad, sensibilidad y con un adelantado reconocimiento del virus en las primeras fases.

Así se encuentran laborando algunas de las principales transportadoras de Boyacá. Sin embargo, los gerentes tienen una opinión encontrada respecto a los protocolos de bioseguridad. Todos están de acuerdo con la gran mayoría de las normas para la reactivación, pero no con la ejecución de la capacidad de pasajeros. Fernando Rincón (Autoboy): “No somos focos de contagio (…), garantizamos la higiene y salubridad”.

Óscar Cuadros (Flota Sugamuxi) dice: “no existe ninguna diferencia científicamente comprobada respecto a un contagio mayor o menor entre el transporte aéreo y el terrestre, ¿por qué razón los aviones pueden ir al 100% de su capacidad y nuestros vehículos al 50 %?”.

Sin duda alguna, es una pregunta que responde al principal malestar que viven las empresas. No obstante, continúan laborando y entregando al máximo su servicio, porque como dice el conductor Jorge Chaparro: “Aunque exista esta mala situación, seguimos esperando lo que las autoridades dispongan para poder trabajar bien. Esperamos que todo esto mejore en nombre de Dios (…)”.

Autor: Diego Alejandro Vargas

*Estas notas hacen parte de un acuerdo entre Pulzo y la Universidad de la Sabana para publicar los mejores contenidos de la facultad de Comunicación Social y Periodismo. La responsabilidad de los contenidos aquí publicados es exclusivamente de la Universidad de la Sabana.