Desde que se posesionara en el cargo como presidente de Estados Unidos, Trump se ha negado a utilizar dispositivos móviles que utilicen herramientas de seguridad que protejan sus comunicaciones. Esto significa que está potencialmente en riesgo de ser víctima de hackeo e, incluso, de ser vigilado.

Oficiales de la administración han intentado convencerlo porque el mandatario utiliza por lo menos dos iPhones regularmente. Uno de estos equipos solo sirve para hacer llamadas y viene equipado con cámara y micrófono, y, el otro, con Twitter y portales de noticias organizados por la agencia de comunicaciones y tecnología de la Casa Blanca, según explica Politico.

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Los expertos sugieren que debe cambiar el dispositivo donde tiene Twitter por lo menos una vez al mes, pero Trump considera que eso es “poco práctico”. Esto preocupa en el gabinete, pues ha llegado a estar hasta 5 meses sin que su celular sea revisado por los expertos en seguridad. Las características con las que está el equipo permitirían que hasta siguieran sus pasos a través de GPS.

Cabe mencionar, como añade el mismo medio, que su predecesor Barack Obama se encargaba de entregar mensualmente su dispositivo móvil al equipo de telecomunicaciones para asegurarse que no hubiera nada sospechoso. El equipo del expresidente no tenía ninguna funcionalidad extra como cámara o aplicaciones por lo que se consideraba extremadamente seguro.