El internet cuántico está cada vez más cerca de dejar de ser una teoría para convertirse en una realidad, realidad que según los expertos tardará por lo menos una década en llegar pero que llegará.

Así lo dejaron claro investigadores de la Universidad de Delft en los laboratorios QuTech. Publicaron un artículo sobre el tema en la prestigiosa revista Nature donde dijeron que pudieron teletransportar qubits en una pequeña red de 3 nodos. 

Pero qué significa este avance. Para que los ordenadores puedan ser cada vez más rápidos tienen que ser cada vez más pequeños, cosa que se va poniendo más compleja a medida que pasa el tiempo y ya no puedan reducirse más; entonces es hora de pensar en dejar de lado los ordenadores convencionales y pensar en otro tipo de conexión.

Juan Ignacio Cirac dice que “Estamos acostumbrados a que los ordenadores sean cada vez mejores y vayan más rápido, pero eso tiene un límite” y “Para hacerlos más rápidos todavía tenemos que hacer procesadores más y más pequeños , para que los electrones, que son los que mueven la información, tengan que recorrer una distancia menor”.

Acá hay que entender que debemos pasar de una tecnología basada o reflexionada a través de la electrónica a una tecnología basada en el uso de la física de partículas subatómicas para realizar sofisticados cálculos matemáticos. Esto hace una distinción en velocidad y paradigma, y por supuesto en la manera como se transmite la información.

Siguiendo esa idea el intercambio de información se hará bajo el nuevo modelo de qubits y no en el clásico modelo de bit con sus acostumbrado valores de 0 y 1, que hoy son la base de la computación. El internet cuántico se hará bajo los qubits que se estructuran bajo el modelo de la física cuántica y sus estructuras subatómicas. Que además cuentan con una extraña manera de comportarse independientemente de la distancia que las separa.

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Teletransporte y entrelazamiento son los conceptos clave: el entrelazamiento es un extraño fenómeno por el cual dos partículas entrelazadas se comportan de manera idéntica independientemente de la distancia que las separa: como si estuvieran conectadas por un hilo invisible, comparten el mismo estado.

Es como si se teletransportaran de una manera mágica sino entendemos muy bien las teorizaciones de las partículas subatómicas de las que nos habla la física cuántica. Acá la distancia puede ser galáctica que no importa en lo absoluto.

Roland Hanson, el líder del laboratorio QuTech narra la relevancia de esta red primigenia cuántica:

“Para la comunicación cuántica, nuestro trabajo muestra cómo se puede usar la teletransportación en un entorno de red real, con nodos que no tienen conexión directa. En la futura internet cuántica, dicha teletransportación será la principal forma de transferir información cuántica a grandes distancias. Nuestra red puede ser vista como una computadora cuántica modular (donde los nodos son los módulos); nuestro trabajo demuestra que los nodos pueden intercambiar información cuántica, aunque no estén en un solo chip”.

Todavía falta mucho camino por recorrer para poder empezar a utilizar esta nueva estructura pero es un paso de gigante que va lento pero seguro. Antes los físicos tenían dos nodos, llamados Alice y Bob, y hoy ya introdujeron a un tercero para hacer más compleja la investigación y lo lograron. Este tercero fue bautizado como Charlie.