Uno de los instrumentos que iba a bordo del Perseverance, el vehículo robotizado que fabricó la Nasa para explorar Marte y que fue lanzado el 30 de julio de 2020, era MOXIE (Experimento de Utilización de Recursos In Situ de Oxígeno en Marte). El objetivo con este experimento es fabricar oxígeno en el planeta rojo para que futuros astronautas puedan abastecerse de este.

Ahora, una investigación publicada en Science Advances muestra que durante 2021 MOXIE fue capaz de producir oxígeno en Marte. Lo hizo en siete oportunidades a lo largo del año. En cada una de ellas, el instrumento logró producir aproximadamente 15 minutos de oxígeno por hora lo que, en total, significa poco más de 100 minutos o 50 gramos de oxígeno, lo necesario para que un astronauta pueda respirar por ese tiempo.

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Michael Hecht, del Observatorio Haystack del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y que codirige el experimento MOXIE, señaló que se trata de un éxito brillante “al más alto nivel”. Y es que MOXIE no solo fue capaz de producir oxígeno, sino que lo hizo en una variedad de situaciones climáticas adversas. Fuera de día o de noche, en las temperaturas más extremas e incluso luego de tormentas de polvo, el aparato fue capaz de producir oxígeno apto para los humanos.

Como explica la página de la Nasa, MOXIE produce oxígeno a partir del dióxido de carbono, ya que es el gas más abundante en la atmósfera marciana al representar casi el 96 %. Mientras tanto, el oxígeno es solo el 0.13%. Del dióxido de carbono, el instrumento -que tiene el tamaño de una batería de carro- extrae los átomos de oxígeno para producir gas oxígeno.

¿Qué viene ahora?

Desde el origen de MOXIE, el gran objetivo de la Nasa ha sido poder producir el oxígeno suficiente para mantener una misión de astronautas en Marte y que pueda servir para traer un cohete de regreso a la Tierra. Pese a los avances que el experimento ha demostrado, el proceso que viene no será nada fácil.

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La primera dificultad proviene de asegurar el funcionamiento de una unidad más grande y con mayor capacidad. Al respecto Gerald Sanders, del Centro Espacial Johnson de la Nasa en (Texas), comenta que el primer reto será “aislar una versión más grande de MOXIE para gestionar su temperatura interna y asegurar que el dispositivo se calienta de manera uniforme y evitar que se rompa”.

El segundo obstáculo que deberá vencer la Nasa, está marcada por la necesidad de que el dispositivo sostenga una misión de humanos en Marte. Sanders señala que para eso, MOXIE debería funcionar de manera continua durante 400 días, una gran diferencia de las siete horas discontinuas que ha logrado el experimento hasta ahora.