‘Orbital Reef’ (que traduce ‘arrecife orbital’), descrito en un comunicado de prensa como un parque empresarial de uso mixto en el espacio que apoyará la investigación y manufactura en microgravedad, parte de una fusión con la compañía comercial espacial Sierra Space, y cuenta con el respaldo de Boeing y la Universidad Estatal de Arizona.

“Durante más de 60 años, la Nasa y otras agencias espaciales han desarrollado vuelos espaciales orbitales y la habitabilidad del espacio, preparando el terreno para el despegue del negocio comercial en esta década”, señaló el ejecutivo de Blue Origin Brent Sherwood.

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“Ampliaremos al acceso, bajaremos el costo, y proveeremos todos los servicios y comodidades necesarios para normalizar el vuelo espacial”.

El puesto privado es uno de varios previstos en los años por venir, mientras la Nasa evalúa el futuro de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) después de esta década.

La agencia espacial tiene un contrato con una empresa llamada Axiom para desarrollar una estación espacial que se acoplará inicialmente con la ISS y más tarde volará libremente.

La semana pasada, la empresa de servicios espaciales Nanoracks, en colaboración con Voyager Space y Lockheed Martin, anunció estar planeando una estación espacial que estará operativa en 2027, llamada Starlab.

Según Blue Origin –que puso en órbita al actor William Shatner, de 90 años– Orbital Reef volará a una altitud de 500 kilómetros, un poco por encima de la ISS, y sus habitantes experimentarán 32 amaneceres y atardeceres diarios.

Podrá acoger a 10 personas en 830 metros cúbicos, un volumen ligeramente más pequeño que el de la ISS, en módulos futuristas con amplias ventanas.

La ISS fue completada en 2011 y ha sido un símbolo de la cooperación entre Estados Unidos y Rusia en el espacio, pero Moscú ha sido recientemente evasivo respecto al futuro de la asociación.

Es actualmente considerada como segura hasta 2028 y el nuevo administrador, Bill Nelson, ha dicho que espera que dure hasta 2030, fecha en que la Nasa espera que el sector comercial haya avanzado lo suficiente para sustituirla.

Blue Origin solo es actualmente capaz de volar en el espacio suborbital con su cohete New Shepard.

Otros de sus proyectos incluyen el New Glenn, un cohete que puede colocar carga y personas en órbita, y un módulo de aterrizaje lunar, a pesar de que la compañía perdió el contrato lunar ante su rival SpaceX y demandó a la NASA para tratar de revertir la decisión.

Jeff Bezos, el segundo hombre más rico del mundo gracias a Amazon, fundó Blue Origin en el año 2000 con el objetivo de algún día crear colonias flotantes en el espacio, con gravedad artificial donde millones de personas puedan vivir y trabajar, liberando a la Tierra de la contaminación.

Estas colonias estarían basadas en un diseño de Gerard O’Neill, profesor de física de Bezos en Princeton.