Cada vez, es más común ver las siglas IA (Inteligencia Artificial) en noticias o incluso en las conversaciones del día a día. Hace algunos meses, redes sociales como Twitter se inundaron de imágenes generadas con DALL-E, un modelo de aprendizaje creado por la plataforma OpenAI (Inteligencia Artificial Abierta). DALL-E puede crear una imagen realista, que no existía antes, a partir de instrucciones escritas.

En medio de la presencia más extendida de ese concepto, la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Agencia EFE y la Real Academia Española (RAE), escogió ‘inteligencia artificial’ como palabra del año.

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Aunque la Fundación reconoció que esta no es una palabra nueva—el concepto entró en el diccionario de la Real Academia Española en 1992—explicó que su selección tiene que ver con “su importante presencia en los medios de comunicación durante estos últimos doce meses, así como en el debate social, debido a los diversos avances desarrollados en este ámbito y las consecuencias éticas derivadas”.

El concepto, continúa la Fundación, pasó de estar confinado a las esferas de la alta tecnología a interpelarse con la vida cotidiana de la ciudadanía, en la forma de los asistentes virtuales de los teléfonos inteligentes, aplicaciones que pueden crear ilustraciones a partir de otras previas (similares a DALL-E) o chats capaces de mantener una conversación parecida a la que sucedería entre dos personas.

El debate ético que ha suscitado esta tecnología es otro de los aspectos que consideró la Fundación en su decisión de este año.

Desde el punto de vista lingüístico, la FundéuRAE escogió esta expresión como su palabra del año por las dudas que ha generado su escritura. “La expresión inteligencia artificial es una denominación común y, por lo tanto, lo adecuado es escribirla enteramente con minúsculas. Es también habitual el empleo de la sigla IA, que sí se escribe con mayúscula, y que es preferible a la inglesa AI (correspondiente a artificial intelligence)”, escribió la Fundación en una entrada de blog, explicando su decisión.

Enseñar a las máquinas cómo emplear un uso “adecuado” del español, agrega la Fundéu, es también uno de los desafíos de los desafíos más grandes al hablar de este tema. Tanto así, que la RAE creó el proyecto LEIA para enseñar a la IA a “conservar la unidad del idioma que comparten más de 500 millones de personas”.

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Había otras 12 palabras o expresiones candidatas para ser ser escogidas como palabra del año. Las candidatas eran: apocalipsis, criptomoneda, diversidad, ecocidio, gasoducto, gigafactoría, gripalizar, inflación, inteligencia artificial, sexdopaje, topar y ucraniano.

‘Inteligencia artificial’ es la primera palabra ganadora después de la pandemia, que marcó la tendencia en las últimas dos palabras del año. En 2021, fue vacuna y, en 2020, fue confinamiento. Las ganadoras de años anteriores fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018) y los emojis (2019).