Un estudio publicado en el Journal Of Marketing Research explica cómo el aroma de los productos “puede ser una herramienta poderosa para resistir los antojos de alimentos indulgentes”, dice Deipayan Biswas, profesor de mercadotecnia de dicha universidad.

La investigación señala que los estímulos sensoriales del cerebro pueden influir a la hora de elegir un alimento. Si el olor de alguno le produce ganas de comerlo, olfatearlo por un tiempo prolongado le dará el efecto contrario.

Según Science Alert, como parte de la investigación, los científicos hicieron un análisis acerca del olor ambiental que se utiliza para que el sentido del olfato sea tentado a comprar un producto.

Al hacer el estudio, se dirigieron a un comedor escolar donde se encontraban 900 niños. Allí, separaron diferentes aromas de alimentos particulares como manzanas, pizzas, fresas y galletas.

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Se descubrió que al expandir el olor a pizza “el porcentaje de niños que eligió comida poco saludable disminuyó a un 21,43 % frente a un 36,96 % cuando soltaron el olor a manzana y un 36,54% sin ningún olor en absoluto, asegura Gizmodo.

Hasta el momento, los investigadores se refieren al resultado del estudio con una hipótesis de que los sentidos se relacionan e influyen entre sí.

“Si las estructuras de recompensa y las áreas que representan el deseo en el cerebro pueden satisfacerse con insumos olfativos en lugar del consumo gustativo real de alimentos no saludables, esto puede ayudar a combatir la necesidad de alimentos”, asegura el equipo investigativo según Science Alert.