Unos 4.000 empleados del gigante tecnológico habían firmado hasta el martes un texto que comenzó a circular tres meses atrás para exigir al grupo que renuncie a emplear sus herramientas de inteligencia artificial para ayudar a los militares a aumentar la eficacia de sus drones en la identificación de sus blancos, señalaron los medios.

El sitio especializado Gizmodo indicó a su vez que una “docena” de funcionarios de Google renunciaron por razones éticas.

La empresa estadounidense no respondió el martes a los requerimientos de la AFP sobre esta colaboración que los firmantes de la declaración identificaron bajo el nombre de “Projet Maven” y que según ellos recurre a la inteligencia artificial para ayudar a los drones del ejército a diferenciar a los humanos de los objetos.

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“Pensamos que Google no debería participar en el comercio de la guerra”, afirma el texto, disponible en internet. “En consecuencia, pedimos que el proyecto Maven sea anulado y que Google elabore, difunda y ponga en práctica una política clara que establezca que Google o sus subsidiarias no construirán jamás tecnología para la guerra”, agregan.

El ejército estadounidense se vale de drones para misiones de reconocimiento o bombardeos, por ejemplo en Afganistán.