Según el Wall Street Journal, que cita fuentes anónimas, la firma de la manzana ha seleccionado a Quanta Computer, una empresa taiwanesa, para ensamblar sus dispositivos cerca de Shangai, en China.
Consultada por la agencia AFP, Apple —que actualmente produce ese modelo en Texas– no ha hecho comentarios al respecto de momento.
Aunque el Mac Pro es un pequeño negocio de nicho para Apple, esta decisión podría desatar la ira del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que pide reiteradamente a las empresas que produzcan dentro del territorio estadounidense.
No obstante, esto no ha impedido que las compañías estadounidenses encuentren la forma de continuar haciéndolo, e incluso vendiéndole componentes a Huawei, principal objetivo de la guerra comercial de Trump, evitando sanciones.
La decisión de la compañía puede parecer sorprendente debido a la imposición recíproca de fuertes aranceles entre Pekín y Washington, lo que seguramente aumentará el precio de este producto para los consumidores estadounidenses.
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