La explicación puede no estar fuera de nuestras fronteras, el país se empobrece a ritmos agigantados, invertir en pesos no es rentable, lo que lleva a los inversionistas y a gran cantidad de personas y empresas a convertir su dinero en dólares, lo que hace que la divisa suba de precio.

Esto atado a la falta de confianza en la política y la economía, no se vislumbra un crecimiento económico prometedor, ni siquiera un presente estable.

La cuarta reforma tributaria presentada por el gobierno en tres años, tiene como único fin incrementar el recaudo, olvidando los efectos adversos sobre la economía doméstica y la inversión, se ha creado un ambiente de inseguridad política, inestabilidad económica e inversionista, la migración de colombianos hacia otros países va en aumento, cada persona que sale del país, con intención o no de volver, necesita dólares, es mejor y más seguro tener cuentas en el exterior que mantenerlas en pesos, que cada minuto pierde terreno frente a otras divisas.

Para hacer una inversión en pesos debemos pensarlo dos veces, no se sabe si en dos meses o un año se redefinen las políticas económicas o tributarias, si el peso mantendrá su poder adquisitivo, si las tasas de interés se mantendrán constantes o si los problemas de orden público del país permitirán el ejercicio de mercado, en este marco de incertidumbre, no se espera que el peso se recupere frente a otras divisas.

No es que el dólar sea costoso, es que el peso pierde poder frente a otras divisas del mundo, o mejor dicho de todas, no existe una sola moneda en el mundo, que no haya ganado posicionamiento frente al peso colombiano, basta con mirar el comportamiento de las demás divisas y se puede observar que ninguna se ha devaluado tanto, esto se traduce en que ante tanta incertidumbre, lo ideal sea invertir en otra moneda, euros, yenes, dólares, pesos mexicanos, franco ruandés, chelín ugandés, chelín keniano, dong vietnamita o franco burundés, todos han ganado frente al peso colombiano, cualquier inversión, contando los países mas pobres del África subsahariana, es mas segura que en pesos colombianos, esto se traduce, en que un colombiano, cada vez sea mas pobre en comparación con otra persona en el mundo, comparado de un día al siguiente.

Para la economía doméstica se vuelve demasiado costoso hacer negocios con otros países, se hace caro hacer negocios internamente, pues en algún momento, llegaremos a un producto o insumo comprado en el exterior, que haga cara la transacción.

Se puede decir que a los exportadores les conviene un dólar costoso, pues reciben mas pesos por un dólar, mas riqueza y mejor precio por sus productos exportados, pero Colombia no es un país exportador, la balanza comercial muestra un resultado ampliamente negativo, es decir, importamos mas de lo que exportamos, además, los principales productos de exportación son de minería y recursos no renovables, que son manejados por compañías multinacionales que tienen un trato especial en cuanto a impuestos y contribuciones. 

Para el primer semestre de 2021, Colombia registró un déficit en su balanza comercial superior a 6.000 millones de dólares, incluso aumentó con respecto a 2020 y 2019, y un aumento en las importaciones superior al 50 %, también aumentó respecto a los años anteriores. Con este panorama, esperemos un dólar costoso y en subida.

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