Pierden los ‘millonarios’ porque no serán locales, y sí tuvieron que jugar con La Bombonera en contra. Decisión antideportiva.

Pierden los ‘xeneizes’ que prepararon un partido en verano y jugarán en invierno, con un calendario más complicado y sin resolver sus demandas.

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Pierde Argentina, que no pudo controlar a una veintena de desadaptados y privó a 65.000 hinchas inocentes de disfrutar un espectáculo merecido. La imagen del país quedó en fuera de juego y le robaron la oportunidad de resarcirla.

Acaso lo más grotesco es la actitud de Madrid, la de Doha, la de Medellín y la de las demás ciudades que quisieron pescar en río revuelto como aves carroñeras, personificando a quienes aprovechan una pelea de pareja para cortejar a una de las partes, ofreciéndole el cielo y la tierra sin importar la relación; y la Conmebol se dejó enredar, comportándose como la persona ‘interesada’, vendiendo su tesoro más preciado al mejor postor.

La decisión de este jueves es una traición a aquellos en cuyo honor se le dio nombre al torneo: los libertadores de América; quienes expulsaron a las últimas tropas españolas de nuestro continente en 1824, un 9 de diciembre, ni más ni menos.

¿Acaso los europeos permitirían una final de Liga de Campeones en Suramérica? No lo creo.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.