Se metió en un gimnasio, después dijo que estaba intentando bajar de peso, y entonces dejamos de salir a comer y de pasar tiempo juntos. Ahora en casa está pendiente de mí, pero no quiere mucho contacto físico. Está en piloto automático, del trabajo a la casa, y al gimnasio.
Cuando lo toco reacciona como si eso ya no le interesara.
¿Qué hago?
Mi respuesta:
Querida, es normal que algunas relaciones se enfríen con el paso de los años, también es normal que la frecuencia sexual de algunas parejas se reduzca, pero esto no quiere decir que tengamos que quedarnos de brazos (¡y piernas!) cruzadas.
Habría que ver por qué el deseo ha cambiado, qué es lo que desean ambos y cómo volver a activarlo.
El sexo es uno de los termómetros más efectivos para ver si en una relación hay una comunicación total, y no hay que renunciar al sexo porque uno de los dos se ha quedado como una vela apagada con agua.
Si tu pareja quiere bajar de peso, a lo mejor tienes que contarle esto ¡Con una sesión de sexo del bueno se pierden más calorías que cuando monta en bicicleta solo!
Te recomiendo mi libro Sexo sin comillas para que puedas ahondar más en este tema. Al sexo hay que prestarle atención porque hace parte de nuestra canasta básica, y así como hay personas que ya ni se acuerdan de qué es un orgasmo, hay otras personas para quienes su vida sexual es una de las patas de su felicidad. ¿Qué es lo que quieres tú?
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En febrero publicaré otra carta de los lectores que me escriban. Sígueme en Facebook: María Pasión la Doctora Corazón o en Instagram @mariapasionlove
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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.
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