Algunas de las muchas personas que se interesan por el uso correcto de nuestro idioma, me preguntaron en días pasados: ¿es cierto que no se puede decir ni escribir habemos? Con esa pregunta hacían referencia a la duda general que asiste a muchos hispanohablantes sobre la aplicación del verbo auxiliar haber.

Hay que aclarar que la forma verbal habemos sí es correcta. Se puede emplear. Lo que pasa es que no corresponde a la funcionalidad lingüística cuando se usa en casos como: «Habemos cinco personas aquí»; «En el accidente hubieron cinco muertos»; «Así habemos sido desconocidos».

Nunca sentiré cansancio para decir, cuantas veces sean necesarias, que el idioma se rige por normas, tal como una sociedad también tiene normas para delimitar las conductas de las personas. Se llaman normas lingüísticas, y no son adoptadas por cualquier «perico de los palotes», sino por lingüistas, filólogos y gramáticos consumados; gente sabia en estas honduras de la gramática castellana. Tampoco obedecen ─como muchos creen por desconocimiento craso del asunto─ a caprichos personales, sino a razones sustentadas sobre la etimología de los vocablos y su funcionalidad en el lenguaje humano.

Así, entonces, las autoridades lingüísticas subrayan que en la lengua culta actual «la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo haber es hemos, y no la arcaica habemos, cuyo uso en la formación de los tiempos compuestos de la conjugación es hoy un vulgarismo propio del habla popular, que debe evitarse en el habla culta. Por tal razón no debe decirse, por ejemplo: ‘Habemos visto a tu hermano’, sino ‘hemos visto a tu hermano’; ‘No habemos conseguido el pan’, sino ‘no hemos conseguido el pan’».

La norma también indica que debe evitarse en el habla culta el uso de habemos con el sentido de ‘somos o estamos’, puesto que el verbo haber, cuando se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas, es impersonal y, como tal, se usa solamente en tercera persona del singular. Ejemplo: «Hay pocos solteros en el pueblo».

Por lo tanto, si quien habla desea incluirse en la referencia, no debe emplear el verbo haber en primera persona del plural, como se hace a veces en el habla popular al recurrir, para el presente de indicativo, a la forma habemos. Ejemplos: «Habemos pocos solteros en el pueblo’; «Habemos tres personas en la habitación». Debe decirse: «Somos pocos solteros en el pueblo; «Estamos tres personas en la habitación».

También es admisible hoy en la lengua culta el uso de la forma habemos como primera persona del plural del presente de indicativo de la expresión coloquial habérselas con una persona o cosa (‘enfrentarse a ella o tratar con ella a la fuerza’): «Ya saben con quién nos las habemos»; «Nos las habemos con un asesino despiadado».

Entonces, apreciado lector, queda aclarado lo pertinente al uso del verbo haber. Ahora tendrá usted que habérselas con su aplicación.

¡Hablar y escribir bien: el reto de hoy!

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