«Deme un jugo al climo». Imperativa frase que le escuché pronunciar a un señor en un micromercado. ¡Muy cuidadoso con la concordancia de género, pero de modo equivocado! El fulano cree que como el vocablo jugo es de género masculino, «climo» es el término preciso para que concuerde con ese sustantivo. Pues, no. El comprador debió decirle al dependiente: «Deme un jugo al clima», es decir, con la temperatura ambiente de ese momento. Lo único que se le debe abonar al comprador es que no hubiera dicho: «Regáleme un jugo…», que es la forma errada como hoy compran muchas personas.

«El gobernador de Santander (…) advirtió en una rueda de prensa realizada en el Puerto Petrolero, que…». Yo también advierto que algunos periodistas de Barrancabermeja andan mal ubicados geográficamente. Están convencidos de que «puerto petrolero» es el segundo nombre de su ciudad, por eso lo escriben con mayúsculas iniciales. Ese no es más que un apelativo alternativo que se usa para no repetir el nombre de esa ciudad ubicada a orillas del río Magdalena, en el departamento de Santander. No es un nombre propio, por lo tanto, no requiere de mayúsculas iniciales.

«Hasta la fecha 161 personas fueron asesinadas y 39 se suicidaron en lo que va corrido de (…) en el área metropolitana de Bucaramanga». Si «hasta la fecha» se cuenta ese número de asesinatos, no hay necesidad de repetir «en lo que va corrido de…», pues es lo mismo. Además, se empleó mal el verbo fueron. Debió usarse la voz pasiva: «…han sido asesinadas». Lo mismo con la segunda oración, que debió ser: «…y 39 se han suicidado». ¿Por qué? Porque cuando se escribió tal información, el año al que se hacía referencia todavía no había terminado, aún transcurría. El pasado era aplicable si se hubiese tratado del balance definitivo de asesinatos y suicidios, al final del año.

«La argentina Cristina Fernández de Kirchner es uno de los presidentes peor pagos del continente». No he hallado explicación alguna para que el redactor de esta nota le hubiese cambiado el sexo a esa mujer argentina. Decir que ella «es uno de los presidentes» no solamente es erróneo, sino mentiroso y ridículo. Ella es presidenta. Aunque sea mal pagada, no «mal paga», que es también error. El participio regular es el indicado en este caso: pagada. «La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner es la peor pagada, entre sus colegas del continente», pudo haber dicho la información.

«Trasladarán 15 familias afectadas por el tema de los deslizamientos». Ojalá la afectación hubiese sido apenas por el tema, nada malo les hubiese ocurrido a esas familias. No fue el tema lo que las afectó, fueron los deslizamientos. A muchas personas se les ha vuelto una manía (especie de locura con delirio general) el uso de la palabra tema cuando se refieren a todos los asuntos. Si se puede ser directo, no hay razón para dar rodeos. «Trasladarán a 15 familias afectadas por los deslizamientos», es más preciso y correcto.

«Gracias bendecido (a) por tu mensaje !!! CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO Y SERA SALVO TU Y TU CASA¡¡¡ estaremos en contacto». Mensaje automático que sale de la computadora de un lector de este boletín. Veamos los errores: 1. Faltó una coma después de la palabra gracias, para separar el vocativo. 2. El signo de admiración o exclamación (¡!) solamente se usa dos veces: abriendo y cerrando la oración o palabra; aquí fue empleado tres veces al final, y, además, distante de la palabra comprometida. 3. «…y será salvo tu y tu casa»: El primer tú debe llevar tilde porque es pronombre personal; el segundo, no, porque es un posesivo. Los dos, sin embargo, conforman un plural (tú y tu casa son dos asuntos; más de uno es plural), por lo tanto, el verbo y el sustantivo que los acompañan deben escribirse en plural también: «…y serán salvos tú y tu casa». 4. Las palabras en mayúsculas en una oración significan que se está gritando al lector. ¿Por qué razón se asume que todos los lectores son sordos? 5. Después de punto final debe escribirse inicial mayúscula: «Estaremos en contacto».

¡Hablar y escribir bien: el reto de hoy!

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Todas las columnas de Jairo Cala Otero.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.

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