También amputan los nombres propios: Ceci, por Cecilia; Isa, por Isabel; Lau, por Laura; Cris, por Cristian; etcétera. ¿Si una fémina se llama Penélope, ¿la llamarán Pene?

1.- «En 15 días se cumplen (…) años de haber entrado en vigencia el proceso de ‘Justicia y Paz’…». El uso de los verbos debe responder a los tiempos y modos. Se olvida con frecuencia su correcta conjugación. Por tal razón, oraciones como la que aquí se cita quedan mal construidas. Específicamente, el verbo cumplir no se ajusta al tiempo de la acción. Si se hablaba de un futuro (15 días) no debió emplearse el verbo en presente sino en futuro. Además, en vez de la preposición en, con que se empieza la expresión, debió usarse el adverbio dentro, que es el preciso. Corrijamos: «Dentro de quince días se cumplirán (…) años de haber entrado en vigencia el proceso de Justicia y Paz».

2.- «Una emergencia se presentó en la clínica XX que desafortunadamente solo dejó cuatro personas lesionadas»: A raíz de un incendio en los dos últimos pisos de una clínica de Cali, la corresponsal de un noticiario de televisión terminó su información con esta «belleza». Veamos: primero, las emergencias no se presentan: suceden, acontecen, acaecen, se registran. Se presenta aquello que proviene externamente, no lo que sucede en un lugar (‘in situ’). Segundo, el giro «que desafortunadamente solo dejó…» genera mala espina, pues indica que se esperaba que hubiese más lesionados. Aunque, en apariencia, el adverbio desafortunadamente trataba de salvar la situación, el adjetivo solo le añade aquel defecto. Ese lenguaje ampuloso se corrige siendo directo: «Una emergencia ocurrió en la clínica XX, la cual dejó cuatro personas lesionadas»; o «Una emergencia, que dejó cuatro personas lesionadas, sucedió en la clínica XX».

3.- «Se producían mil toneladas de abono mensual»: Yo he averiguado con técnicos agropecuarios por el «abono mensual», pero nadie me da razón de él. Nadie me dará razón nunca porque lo que ocurrió aquí fue que el periodista que así se expresó, en un canal nacional de televisión, cayó en un error de sintaxis. Por falta de orden en las palabras, le quedó sin «abonar» la oración. Debió decir: «Se producían mil toneladas mensuales de abono»; o «Se producían mil toneladas de abono cada mes».

4-. «En el barrio Girardot y hacia las seis y treinta de la tarde de ayer, se presentaron desórdenes durante la velación…»: La primera conjunción copulativa ye (y) no tiene función en esta oración, en una noticia del diario Vanguardia. Es decir, sobra. Y para añadir, aquí aparece otra vez el mal empleo del verbo presentar. Corrijamos: «En el barrio Girardot, hacia las seis y treinta de la tarde de ayer, ocurrieron desórdenes durante la velación…».

5.- «Vamos a ver hoy qué solución nos va a dar en este día»: Del vulgo, en la cotidianidad, hay aquí una repetición innecesaria, pues daña por completo la construcción gramatical. Si se dice hoy no es necesario insistir más adelante con la frase «en este día», que equivale a hoy. Corrección: «Vamos a ver qué solución nos va a dar hoy».

6.- «Asociación de Alivio al Cáncer»: Rara, muy rara, es una organización que así se denomine. No es la enfermedad la que necesita alivio sino quien la padece. Un paciente tal se llama canceroso, aunque esta sociedad, que muchas veces asume posturas mojigatas, prefiere hacer esguinces idiomáticos a esas denominaciones porque se avergüenza de ellas. Entonces acude a eufemismos, que son expresiones almibaradas para evadir las palabras castizas con que se llama una enfermedad o situación. «Asociación de Alivio al Canceroso»; o «Asociación para el Tratamiento del Cáncer», son más precisas. No encarnan falsías ni dobleces morales.

7.- «Tipografía y litografía XX. Diseño de targeteria»: Cautela hay que tener antes de ordenar algún trabajo litográfico en una imprenta que, de forma tan estropeada, promociona sus servicios. Yo me abstendría con absoluta seguridad. Porque tarjetería se escribe con jota (j), y con acento ortográfico sobre la i, por ser palabra aguda. Corrección: «Tipografía y litografía XX. Diseño de tarjetería».

8.- «…cuando debía ser encargado a un funcionario superior»: La preposición a se usa mal, regularmente. En unos casos se omite cuando se necesita; en otros, se incluye en oraciones en que no tiene función. Así sucedió en esta oración, pronunciada por algún funcionario. Corrijamos: «Cuando debía ser encargado un funcionario superior; o «Cuando debió encargarse a un funcionario superior».

9.- «…cayó una tormenta en la planta de abono»: Un periodista usó esta expresión al comienzo de su noticia, y la repitió más adelante. Luego, terminó diciendo que la causante de un percance en una planta productora de abono, en Barrancabermeja, había sido la lluvia. ¿Al fin qué, lluvia o tormenta? Los dos fenómenos naturales no son lo mismo. La tormenta va acompañada de lluvia o granizo, fuertes vientos y descargas eléctricas; pero no todas las lluvias están acompañadas de tormentas.

10.«Promo, celu, porfis, porfa…»: Estos vocablos usados por los muchachos (y alguna gente adulta) son parte del lenguaje populachero de hoy. Los dos primeros tienen un denominador común: están amputados. También amputan los nombres propios: Ceci, por Cecilia; Isa, por Isabel; Lau, por Laura; Cris, por Cristian; etcétera. ¿Si una fémina se llama Penélope, ¿la llamarán Pene? Ahora, «promo» supuestamente hace alusión a promoción; y «celu» hace referencia a celular, según los perezosos al hablar. Siempre será mejor hablar y escribir en palabras enteras, completas. En cuanto a «porfis» y «porfa», son dos maneras de descomponer o destruir dos palabras para formar palabrejas inaceptables lingüísticamente. Lo que los muchachos quieren decir con esas palabras desorganizadas es: «Por favor»; lo hacen en un intento por usar buenos modales. ¡Pero no les cuadra la cortesía!

¡Hablar y escribir bien es el reto de hoy!

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