1.- «Pedrito debe estar bien mal». Como muy mal también está esta oración, compongámosla. Alguien la usó para referirse a la precaria situación económica o de salud de Pedrito. Lo supone, pues no está seguro de ello; pero lo dice mal. En ese caso el verbo debe ha de ir acompañado de la preposición de; en segundo lugar, debe eliminarse el adverbio bien, puesto que, junto al también adverbio mal, está erróneamente usado. Así se compone esa oración: «Pedrito debe de estar muy mal». El uso de la forma debe de entraña suposición o inseguridad. El superlativo muy remplaza al adverbio bien, que debe cumplir mejores tareas en otras construcciones gramaticales.

2.- «El sol está cayendo sobre Bucaramanga». Se trata de una de esas metidas de pata que algunos locutores suelen pronunciar, por no conectar el cerebro antes de hablar. La escuchamos en referencia a una etapa de intenso verano que se presentaba en la capital santandereana. Aquí sobrarían los comentarios, no obstante, vale anotar que el sol proyecta sus rayos luminosos sobre todo el planeta Tierra, no solamente sobre Bucaramanga. Por fortuna, lo que aquella expresión indica de forma terrorífica no es verdad. ¡Hubiese sido el cataclismo orbital!

3.- «’Queremos desjudializar el régimen de prima media’: presidente de Colpensiones». En entrevista aparecida en el diario Vanguardia, de Bucaramanga, con el presidente de Colpensiones, el redactor creó un nuevo verbo: ¡desjudializar! Debe de ser algo así como hacer que ¡los judíos dejen de serlo! La espuria palabrita quedó como mosca en un vaso de leche. Es castiza judicializar, es decir, someter por el régimen judicial a una persona incursa en un delito. El prefijo –des, añadido a tal vocablo, construye la palabra desjudicializar, que probablemente fue lo que intentó escribir el periodista. Desjudicializar es quitar la acción de procesar judicialmente a alguien. ¡Qué distinto!

4.- «Un indigente coloco hace 15 dias un paraguas y hoy ya tiene una cantidad de icopores apropiandose del anden como si fuera su casa. Donde estan las autoridades???????????????». Este adefesio es de la sección Ciudadano Reportero, del periódico El Universal, de Cartagena. A la falta de tildes sobre las palabras agudas colocó y días, debe agregarse la falta de comas y de sintaxis. Por este último error se dijo que las láminas de icopor se están apropiando de un andén; no el indigente, que es lo cierto en la denuncia ciudadana. Para rematar: ¡quince signos de interrogación de cierre! Uno al abrir y otro al cerrar la oración es más que suficiente. Más de uno en cada extremo es error; además de horrible presentación estética de un escrito. Entonces: «Un indigente colocó, hace 15 días, un paraguas; hoy ya tiene una cantidad de icopores apropiándose del andén como si fuera su casa. ¿Dónde están las autoridades?».

5.- «Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fue conformada en 1964 y tuvo como gran líder a Pedro Antonio Marín, mejor conocido por su alias de Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo». Nota aparecida en la página Tema del día, del diario El Tiempo. Ofrece una discordancia de número gramatical (plural con singular): se escribió ‘tuvo’ (singular) en vez de ‘tuvieron’; este verbo hubiese hecho concordancia con «las Fuerzas Armadas Revolucionarias…» (plural). Además, faltó una coma detrás de 1964; y hay otra discordancia de número porque «su alias» se refiere a uno, pero aparecen dos alias: «Manuel Marulanda Vélez» y «Tirofijo»; luego es plural. Reposición: «Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fueron conformadas en 1964, y tuvieron como gran líder a Pedro Antonio Marín, mejor conocido por sus alias de ‘Manuel Marulanda Vélez’ y ‘Tirofijo’». También hay que dedicar tiempo a la gramática, aunque se tenga mucha experiencia haciendo noticias.

6.- «El Telefono Publico Le brinda un Servicio A la comunidad En Todos Los barrios de Bucaramanga hay Telefonos, Cuidemoslos para que siempre esten hay cuando los necesitemos…». El opinador Johnny Peña escribió así en una de las páginas del diario Vanguardia, de Bucaramanga. Además de pasar por alto la puntuación, escribió en mayúsculas las iniciales de casi todas las palabras empleadas en su mensaje. Ese fenómeno se denomina error tipográfico, y es un error en español. Como tampoco hay tildes, las palabras a las cuales les fue negado ese signo no dicen lo que aparentan decir. Para rematar, se confunde el verbo haber (hay) con el adverbio de lugar ahí, que fue el que debió usar Johnny en su defensa de los teléfonos públicos. Así: «…para que siempre estén ahí cuando los necesitemos».

7.- «Por ello, señaló que lo mejor será que la plenaria suprima ese parágrafo del artículo, para que no se presenten malos entendidos». Malentendidos es la palabra con la que se definen los desacuerdos o desavenencias humanas. Se escribe entera, no fraccionada en dos vocablos. Como lo publicó el portal de RCN Radio, no es correcto. La noticia aludía a unas declaraciones de un ministro de Justicia de Colombia sobre un «mico» (especialidad de congresistas tramposos), en un proyecto de reforma al régimen judicial. Así: «Por ello, señaló que lo mejor será que la plenaria suprima ese parágrafo del artículo para que no se presenten malentendidos».

8.- «También se le brindarán seguridad a peritos y demás intervinientes en este proceso».  Nosotros les brindamos asesoría gramatical a los señores de El Espectador para que no metan la pata al escribir, como lo hicieron en esta oración de una noticia sobre el resonado caso judicial del universitario Colmenares, muerto en un caño de Bogotá. Para reparar esa coja expresión se puede escribir: «También se les brindará seguridad a peritos y demás intervinientes en este proceso»; o «También les brindarán seguridad a peritos y demás…». Así queda más claro el enunciado. Pero como se escribió quedó tan oscuro como el caso judicial aludido.

9.- «Según las autoridades, este guerrillero es el responsable de ordenar asesinatos selectivos a campesinos, quienes se negaban a colaborar con el grupo subversivo o de ingresar al mismo como milicianos». Las preposiciones tienen sus usos puntuales. Su desconocimiento produce estragos, como este del periódico Vanguardia. ¿Cuántos asesinatos cometerían los campesinos abordados por aquel guerrillero? Porque, según se afirmaba en la noticia, ellos ─los campesinos─ recibían las órdenes criminales para matar: «…ordenar asesinatos selectivos a campesinos». En realidad, la preposición precisa era de: «…asesinatos selectivos de campesinos». Es decir, el bandido ordenaba matar campesinos, luego de una escogencia. Además, el giro ‘al mismo’ tampoco es regular aquí. Se olvida que existen pronombres relativos que cumplen la función precisa para evitar esas vueltas innecesarias. «…o de ingresar a él como milicianos». Más directo pudo ser: «Según las autoridades, este guerrillero ordenaba asesinatos selectivos de campesinos que se negaban a colaborar con el grupo subversivo, o a ingresar a sus filas como milicianos».

¡Hablar y escribir bien es el reto de hoy!

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