Aprende a separar el pasado del presente: Una fórmula útil es aprender a ver tu vida por ciclos, manejar ciclos cortos (de tres a seis meses) puede ayudarte a ver tu evolución desde que le dijiste adiós.
Vive lo bueno que tienes ahora, aquello que te has ganado a base de organización y esfuerzo. Todo lo que has ganado desde tu ruptura es importante que lo veas y lo reconozcas. Cada día es un triunfo y como dice mi amiga F: “vive un día a la vez”.
Sé consciente que hay cosas que vendrán y cosas que no volverán: Cuando te despides de algo o de alguien, aprendes a entender que se irá y que dejará de estar en tu vida, esta es la fórmula para comprender que otras personas y propuestas entrarán en tu vida. Aprende a decir adiós para luego disfrutar de decir: bienvenido.
Disfruta de tu momento, de ser quien eres: Lo que tú eres es único e irrepetible, puede que hayas conocido a personas parecidas, pero eres absolutamente irrepetible. Mira lo que tienes para dar, para enseñar, para potenciar y eso será lo que a los demás más le atraiga de ti. Recuerda que tu combinación no se volverá a dar nunca.
Confía en tus capacidades y escucha tu intuición: Eres capaz de hacer lo que quieras, si luchas y te esfuerzas para ello. Una ruptura puede mostrarte tu gran fortaleza: tanto emocional, como física, para sobreponerte a las adversidades. Tu intuición puede transformar este camino mucho más iluminado y sencillo. Haz caso a lo que sientes y a lo que tu cuerpo expresa cuando piensas en eso, si puedes ver que te da mala espina, o que te hace sentir nervioso, ese no es tu camino al equilibrio.
Tu estabilidad es una gran aliada, ayúdate a encontrarla: Mira dónde está tu estabilidad, con qué la sientes bajo tus pies. Y búscala a diario. Sé que las emociones fuertes aumentan una actividad en ti que puede ser muy excitante, pero no es lo que más sirve en tu situación.
El descanso y la rutina de trabajo son vitales: Duerme las horas que te hagan descansar y repón energías, programa horarios que te dejen rendir en el trabajo y estar activo. Si ves que te falta sueño, busca la manera de dormir, aunque sea en fin de semana. Es mejor estar con plena energía en esta época que con el cuerpo reventado por los excesos.
El deporte te hará gestionar mejor el estrés y la ansiedad: tengas la edad que tengas, si mueves el cuerpo te sentirás mejor y ayudarás a que tu estrés no se quede en tu cuerpo.
Respira hondo y activa la respiración consciente: Practica estas respiraciones cada día de tu vida y verás los beneficios de inmediato.
Activa tus lazos: Familia y amigos a tope. Estas personas son las que te harán sentir bien, a gusto, escuchado y bienvenido cuando lo desees. Los lazos sociales te mantendrán en la red
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