¿Quién es este man?

Ha trabajado de la mano con personajes de la política como Mijaíl Gorbachov, Bill Clinton, Nelson Mandela y Donad Trump. También con renombrados deportistas como André Agassi, Michael Jordan, Serena Williams y Tiger Woods, entre otros. Son muchos los músicos, cantantes, periodistas e intelectuales que han dejado registro de cómo cambiaron o mejoraron aspectos de su vida para siempre gracias a sus técnicas de persuasión.

Sus seminarios para multitudes se venden con un año de anticipación. Los primeros puestos cerca a la tarima pueden llegar a costar seis mil dólares. Mil dólares, léase bien, por participar de un trabajo de inmersión donde los asistentes, al final, sienten que se abren por capas, como cebollas, para entender sus sensaciones, emociones y lo que les motiva. 

Sus libros han sido publicados millones de veces y traducidos a más de doscientos idiomas y dialectos. Sus videos y seminarios no sólo son los más vendidos, o los más solicitados, sino los más emulados a lo largo del planeta. Sus cifras de Internet son descomunales, sus cartas de presentación difíciles de igualar.

Cada año se da un lujo, según él mismo cuenta, porque de niño fue muy pobre, de donar la cena de acción de gracias para dos millones de personas en varios continentes.

Y casi tres décadas después, su nombre sigue siendo reconocido como el más importante de los oradores motivacionales del mundo. Sobre todo, en esta época, en la que de mucho charlatán dicen lo mismo.

Pero él, evidentemente, hace la diferencia con los demás. Como ningún otro, sigue contando entre sus clientes a los más poderosos, renombrados y ganadores personajes, cuando no lo eran. Algunos llegan, incluso, a sus terapias y técnicas cuando estaban perdiendo o lo habían perdido todo, en cualquiera de las muchísimas disciplinas y diferentes actividades humanas. 

Casado, filántropo, grosero, desparpajado y millonario. Dueño de una isla y de un castillo producto de su trabajo que comenzó con un éxito envidiable a los 23 años, cuando entendió mejor que nadie por qué la mayoría se conforma simplemente con lo que le tocó y no avanza como quisiera.

Los resultados objetivos con los que cuenta le permitirían sentirse como un gurú, pero detesta que lo vean así. Él es simplemente Tony Robbins, sin embargo, para los que le conocen, han leído o escuchado será por siempre el Gran Tony.

¿Cómo lograr cambios efectivos en su vida?

Su fórmula es tan elemental como efectiva. Suma el sentido común, los ejemplos de éxito y la programación neurolingüística para lograr cambios en la vida de manera inmediata.  

En muy poco tiempo logra lo que tantos otros demoran incluso años para la eliminación de malos comportamientos, o el entrenamiento para facilitar procesos exitosos en el desarrollo personal.

Todo ello le ha permitido ayudar a miles de millones de personas, ahora también en las redes sociales, con su trabajo.

Mucha gente le busca al principio de sus carreras profesionales o emprendimientos para trazar y lograr metas u objetivos. Otros, al intermedio o en el ocaso de sus relaciones o proyectos, en busca de ayuda para continuar.  Y un montón más, en el final, para cerrarlas bien y lograr resultados que muchos consideran inalcanzables para la mayoría.

Sus clientes, más allá de su fama y poder, son ciudadanos comunes y corrientes de cualquier parte del mundo que llevaban años con sus vidas destruidas; cuando no cargaban a cuestas tristezas, viejos agobios o eran simplemente esclavos de vicios y mañas, que luego de escucharlo o leerlo cambiaron para siempre positivamente. 

De su discurso se extrae una fórmula antigua y una recopilación histórica de la sabiduría del éxito. Ello sumado al poder elocuente y persuasivo de la palabra, que le ha permitido facilitarles herramientas a las personas para mejorar sus vidas.

Los más afamados de ‘coaching’ han tenido que ver con sus técnicas directas de persuasión. Y, con una que otra manera displicente y algo ruda que usa para decirle a quienes se encuentra, que “es hora de acabar con la mierda que tanto daño les hace y les impide conseguir lo que quieren”.

Su agenda siempre es apretada, lo siguen un ejército de personas que le asisten en todas y cada una de sus múltiples actividades. Pero, aun así, entre tanto trabajo, tiene tiempo para consentir a su perro Yorkie, besar a su esposa, y saltar en un elástico, o brincabrinca para llenarse de energía antes de comenzar a hablar. 

Robbins es un hombre duro y sin complejos, que lleva recorriendo el extenso país americano de ciudad en ciudad motivando a su gente, ayudándoles a salir de depresiones, o incluso, a caminar en brasas ardientes, algo que parecía imposible para los asistentes a sus seminarios y que luego de una intensa semana lograban hacerlo. Toda una revolución en la década de los años ochenta.

Tiene un poder impresionante para que niños, mujeres, hombres, parejas o ancianos se olviden de sus conflictos y mejoren su existencia.  Su técnica la llama modelado: se trata de conseguir un resultado a través de modelar la conducta sobre el resultado obtenido. Si usted quiere ser mejor en todo, lo que le hace falta es seguir modelos de excelencia.

Para modelar la existencia, hay que convertirse en un detective, afirma Robbins. Y para mejorar los rendimientos, hay que esculpir su presente tal y como los mejores lo hicieron para obtener los mejores resultados. Es algo así como construir lo propio a partir de hacer y actuar con la metodología que le sirvió a alguien más para cosechar esos mismos éxitos.·

Aquí algunos apuntes que le podrían servir con algunas de muchas ideas: 

– Cuando usted se cree que no puede hacer algo, envía al sistema nervioso la señal que no podrá hacerlo. Pero al contrario si modela su sistema de creencias, podrá encontrar resultados similares a los modelos.

– La palabra convence, el ejemplo arrastra. Todo niño modela el mundo que tiene en el exterior. Si alguien ha hecho algo notable, hay que preguntarse cómo ha logrado ese resultado.

– Somos humanos gracias al lenguaje. Por medio del lenguaje podemos recodificar nuestro cerebro. Nuestra conducta es el estado en el que nos encontramos.

– La clave del poder es la acción. Una acción decisiva, responsable. Un Estado puede definirse como la suma total de nuestra experiencia en cualquier momento dado.

– La diferencia entre los que trabajan y los que fracasan es su estado. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué es lo que motiva sus acciones? ¿Qué es lo que te mueve en tu vida hoy? No 10 años atrás. O ¿Sigues el mismo patrón?

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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.