El ataque de la noche del jueves produjo una rotura del ducto y un derrame de crudo, que quedó contenido en el cráter, pero obligó a activar el plan de contingencia de la compañía y a notificar la incidencia al Consejo Municipal de Gestión del Riesgo y Desastres de Arauquita y al departamental de Arauca.
“Estos actos terroristas ponen en riesgo la vida e integridad de las personas, generan graves consecuencias sobre el medioambiente y afectan el normal desarrollo de las operaciones en la zona, con repercusiones negativas para las comunidades araucanas y para el país”, manifestó Ecopetrol.
De los 20 ataques contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, 7 ocurrieron en el departamento de Norte de Santander y 13 en Arauca, de los cuales 9 se registraron en la zona rural de Arauquita, donde se produjo el atentado del ljueves, y 4 en el municipio de Saravena.
El último de estos se registró justamente en Saravena, el martes pasado.
El año pasado, la infraestructura petrolera colombiana sufrió 107 atentados, de los que 89 afectaron al oleoducto Caño Limón-Coveñas y 18 al Transandino, todos atribuidos por las autoridades a la guerrilla del Eln.
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